Homenaje a la Memoria de Carlos Fuentealba en la voz de Alfredo Alcón
"Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario."
(Carta de despedida de Ernesto “Ché” Guevara a sus hijos)
No, no voy a hacer una apología de un super-héroe.
Tampoco vengo a pasar factura alguna a la memoria de Néstor Kirchner.
Solo pretendo que esa misma memoria “no me sea indiferente” como bien sigue cantando el bueno de León.
Cuando cuestionamos, cuando no nos dejamos llevar de las narices por una tv al servicio de los mandamases de siempre, cuando somos capaces de sentir el dolor por la caída de un compañero y sus ideales y somo capaces de decir NO a la impunidad, NO a la injusticia.
Decimos NO y lo digo desde Madrid, y porque pese a mi larga ausencia del Sur del mundo, pero no del Sur de mi corazón, es que reivindico el derecho de levantar mi voz y denunciar la injusticia y por más humilde y tenue que suene mi voz, es recordando aquellas palabras del Ché a sus hijos, las mismas palabras que un día supe también transmitirle a mis hijos y a los hijos de mis amigos... no importa el lugar, no importa la forma... pero sí importa que sigamos sintiéndonos capaces de indignarnos frente a la injusticia.
Y digo no porque mientras que nos prepararon desde todos los medios diciéndonos una y otra vez lo hijo de puta que era Ghadaffi, son ellos ahora quienes bombardean al pueblo Libio.
Los “santos” misiles de la Otan no preguntan si los libios a quienes matarán en apenas segundos, están a favor o en contra de Ghadaffi.
Así como antes no le preguntaron al pueblo de Kosovo, ni a los habitantes de Sarajevo, Hiroshima y Nagasaki...
Mientras el napalm quemaba vivos a los vietnamitas pero no a sus ideales, cuando miles de panameños fueron asesinados por los marines en cuestión de horas, mientras siguen cayendo asesinados y aún continúan desaparecidos miles y miles de colombianos a manos del ejército y grupos paramilitares, mientras la OEA mira para el costado y el gobierno de Zapatero y desde la Cadena Ser nos quieren hacer convencer de que Uribe fue el mejor presidente que jamás Colombia haya tenido... Son 40.000 los colombianos desaparecidos durante el mandato de Uribe... un hijo de puta asesino, corrupto y narcotraficante (al decir de Kissinger cuando se refería a Pinochet: -sí, es un hijo de puta, pero un hijo de puta de los nuestros-)
La muerte de los pibes de Malvinas no puede caer en el olvido, pero peor aún es condenar a la pobreza y al olvido a los sobrevivientes de aquella guerra tan injusta, llevada adelante por un general trasnochado y borracho... y no olvido que mientras Galtieri se sentía Perón por un ratito... más de un millón de argentinos llenaban Plaza de Mayo mostrando su apoyo. Fue una medida política de una dictadura que se caía a pedazos, el último manotón de ahogado.
El reclamo histórico y permanente por parte de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas debería ser tomado por todos los gobiernos de América Latina como propio.
Pero los pibes de Malvinas... los que dejaron su vida, los que perdieron una pierna o un brazo por congelamiento, los que pasaron hambre porque no les llegaba la comida al frente de batalla, los que supieron combatir con honor y dignidad han sido sistemáticamente dejados de lado por el poder político.
Y pensar que muchos "guapos" que como el Cap. Astiz se jactaban de haber violado y asesinado a unas monjas salvadoreñas... cuando escuchó el primer disparo inglés, se rindió sin haber disparado una sola bala...
El asesinato de Nibia Sabalsagaray a manos de la dictadura fascista que asoló el Uruguay no fue un descuido... “se nos fue la mano con la tortura” declaró uno de los oficiales que la torturó hasta morir.
"Los muertos son la bandera" dijo el querido Hugo Cores.
Hace cuatro años caía asesinado en Neuquén (Argentina) Carlos Fuentealba, en medio de una protesta pacífica llevada adelante por docentes y maestros argentinos.
Fue cuando las tizas se tiñeron de rojo.
El por aquel entonces presidente de Argentina, Néstor Kirchner no “pudo” asistir al entierro de Fuentealba. Tampoco "pudo" asistir ese año a los actos en recuerdo por los caídos durante la Guerra de Malvinas.
En Uruguay, una vez juzgado y procesado el asesino de Nibia, el gral. Dalmao es visitado por el presidente José Mujica quien dijo que había para interiorizarse sobre la salud de Dalmao. Pero el Pepe no fue a visitar a la familia de Nibia una vez terminado el juicio, ni para expresarle su solidaridad.
Pero está la gente... siempre está la gente. Esa misma gente que no permitirá que el asesinato de Nibia haya sido en vano. La misma gente que mantendrá bien alto el reclamo de “Verdad y Justicia” para los asesinos de Carlos Fuentealba en Argentina.
Solo pido respeto y juicio y castigo a los culpables..
Mujica, al visitar a Dalmao y con su último comentario “debemos bajar el torturódromo de revoluciones” no solo le faltó el respeto a la memoria de Nibia y a su familia.
Nos faltó el respeto a todos nosotros.
A los que sufrimos la cana, el tacho, la bolsa de arpillera, el plantón y la picana.
Nos faltó el respeto a todos los desaparecidos, a los asesinados, a los exiliados, los presos y a los que en medio de todo aquel infierno, desde la clandestinidad hicimos lo que pudimos.
Estamos en vísperas de conmemorar una de las fechas más negras de la historia uruguaya. Fue cuando ocho compañeros, ocho comunistas, ocho trabadores... fueron fusilados por 500 “valientes” soldados comandados por Cordero y Gavazzo contra el muro de la Seccional 20 del PCU.
Es fácil descalificar a la otra parte diciendo que nos quejamos y siempre estamos hablando de nuestros muertos. Dicen que debemos dejar de mirar hacia atrás... Faltaba más... es fácil hablar así Pepe, cuando los muertos los ponían siempre los mismos.
Y lo siento Pepe... lo siento por vos, por el “Ñato” y por Mauricio Rosencof porque bien decía Jaime Pérez “mientras haya un obrero, aunque ya no quede más nada... pero mientras haya un obrero, habrá Partido Comunista.”
Y aunque hoy seamos miles los que no estamos encuadrados dentro del PCU, sí estaremos afectivamente unidos a lo mejor de sus tradiciones.
Carlos Fuentealba era profesor de química.
Cayó asesinado mientras protestaba pacíficamente en la calle con su única arma... una túnica blanca.
En aquellos días escribí triste e indignado por el asesinato de Carlos:
Carlos Fuentealba... las tizas no se manchan con sangre. y terminaba diciendo:
Una vez más… cae muerto víctima de la represión un trabajador.
Siempre somos los mismos los que tenemos que pagar, incluso con la vida... por reivindicar nuestros derechos.
Hoy... como símbolo inequívoco de la dignidad humana, cayó muerto Carlos Fuentealba... cayó muerto un compañero.
Una vez más y empecinadamente... grito junto a mis hermanos de clase...
Qué vivan los Compañeros!!!
A cuatro años del asesinato de Carlos Fuentealba, me emociono al escuchar a Alfredo Alcón pero no nos quedemos en la consigna, sigamos reclamando por el esclarecimiento y posterior juicio a los culpables.
Su muerte, su asesinato ocurrió bajo el gobierno democráticamente electo del Dr. Néstor Kirchner.
"Los muertos... nuestros muertos, ellos son la bandera." (Hugo Cores)