Hoy, cerca de las 19 hs., El Mudo se fue.
Dicen los que saben acerca de historias de hospitales, que a esa hora... justamente a esa hora es cuando los enfermos empeoran. Será por eso que yo sin saberlo, me senté a su lado.
Mientras lo acariciaba, abrió sus ojos... apenitas... como en despedida.
A través de mi mano sentía su corazón apenas latiendo... entonces su cuerpo se estremeció, cayeron sus alas, las patas se pusieron rígidas y se fue...
El Mudo se fue.
Ahora... ahora la casa está en silencio.
Al menos murió decentemente y no en las garras de un gato
ResponderEliminarCuando un amigo se va siempre queda màs que un espacio vacio...
ResponderEliminarMe encanta entrar y escuchar ese tango...
besos.
¡Con lo que amo a los pájaros! Sobre todo a los que no están en jaula, porque es cortarles su libertad (¿cómo era aquello de "la mejor de las prisiones..."?).
ResponderEliminarY son amigos y compañeros estos bichos, che... y uno los quiere sinceramente...
Un abrazo, amigo
murió en las manos de un gato!?
ResponderEliminarvamo arriba que la vida puede mas
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