sábado, 20 de junio de 2009

Por Oscar Baliñas y los Compañeros...

Oscar Baliñas (Desaparecido el 21 de junio de 1977)



Aquella fría noche del 21 de junio del ’77, el invierno uruguayo estaba llenito de tristeza. Por sus calles oscuras deambulaban manadas de lobos hambrientos. Entre tanto la gente... siempre la gente... trataba de resistir.
Muchos compañeros habían sido detenidos.
Primero, la tortura... la capucha, el cable en los testículos o en la vagina, el “submarino”, los golpes... colgarlos atados por las muñecas días y días... para que seguir...
Después... los que habían tenido la suerte de seguir vivos iban a parar a los campos de concentración.
En cambio los otros...

Oscar había salido como todos los días de su trabajo, el Banco de Previsión Social, a las 7 de la tarde. Se había visto con un “contacto”, un compañero del cual no sabía más que el “alias”.
Habían intercambiado información acerca del sindicato. Luego, el compañero le advirtió que tomara todas las precauciones, pues había rumores... el tenebroso Departamento 5 de Inteligencia y Enlace estaba sobre ellos.
Cerca de las 21 hs., Oscar llamó a casa para avisarle a su esposa de que iba a demorarse...
-Cená tranquila, hoy es viernes... yo voy un rato al club con los “muchachos”-
Ella entendió el mensaje.
Y allá fue Oscar a reunirse con otros compañeros.
Pero no “al club”, sino a una casita humilde en el barrio Conciliación.
Lo estaban esperando. Oscar además de militante sindical, era miembro del Movimiento Popular Unitario pero había pedido la afiliación al Partido Comunista unas semanas atrás. Aquella noche, Oscar ingresó al Partido.
Ese mismo día había sido detenido otro compañero del Banco, el “Pelado” Bolaña... También dirigente sindical y comunista.
Pero allí estaba Oscar para tomar la bandera.
Hicieron un brindis de bienvenida... una grappa con limón.
Oscar la bebió lentamente, calentándose por dentro.
Se había hecho tarde.

Afuera, otra vez el frío que calaba los huesos. Se envolvió en su bufanda y caminó a la parada de autobuses. Al bajarse, mientras caminaba hacia su casa miró el reloj de la estación de servicio... “las 3 de la madrugada...” se dijo en voz alta y comenzó a silbar una milonga, mientras allá arriba brillaba la luna.

No notó nada extraño... no vio el coche azul que estaba parado frente al edificio.
Abrió la puerta de su casa y el primer golpe en la cabeza lo hizo tambalear. Luego vino otro y otro más... Lo estaban esperando desde la medianoche.
Lo sacaron esposado y con un sweater en la cabeza.
Esa fue la última vez que su esposa lo vio con vida...

Hoy, a 32 años de su detención... Oscar Baliñas continúa desaparecido.

En su homenaje y en el de todos aquellos Compañeros que aún se encuentran desaparecidos, el pueblo uruguayo logró alcanzar las firmas suficientes para derogar la tristemente célebre “Ley de Impunidad”, votada en el parlamento en 1985 por los partidos Colorado y Nacional, salvo las honrosas excepciones (nunca me cansaré de repetirlo) del Movimiento Nacional de Rocha y el diputado Carlos Pita del Partido Nacional, Víctor Vaillant del Partido Colorado, la Unión Cívica y toda la bancada del Frente Amplio.

Por Ocar Baliñas, Elena Quinteros, León Duarte, Gerardo Gatti, Blanca Altman, Gerardo Castagnetto y por todos los compañeros desaparecidos.
Por Luz Ibarburu y por la querida “Tota Quinteros”.
Por Luisa Cuesta, que aún sigue removiendo escombros en busca de la dignidad de todos nosotros.
Qué vivan los Compañeros!

*En su homenaje, el Seccional del Partido Comunista de los trabajadores de la Seguridad Social lleva el nombre del Compañero Oscar Baliñas.

(El comienzo de este post lo escribí el 18 de mayo del 2007 y lo seguiré publicando mientras haga falta...)

2 comentarios:

noni dijo...

Me emociona profundamente recordar tamtas noches de invierno,de mujeres solas,o con sus hijos,esperando....

Butterfly dijo...

Imprescindible mantener en el recuerdo a esas personas únicas.

Gracias por mantener despierta la memoria certera, que es la que sabe distinguir entre lo justo y lo injusto, aunque pasen años, lustros o siglos.

Hay que revivir la honradez y la humanidad de quienes lo perdieron todo por conseguir un futuro mejor.

Pero en cuanto a la MALDAD, no debe existir perdón ni olvido.