jueves, 15 de enero de 2009

Alfredo Zitarrosa... que 20 años no es nada...


“Hago falta... yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy... Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera..."

Pocas veces una ausencia duele tanto como la tuya.
Desde hace 20 años, en cada uno de sus días y de sus horas... nos seguís haciendo falta.
Y no nos acostumbramos a ello.
Parece que fue ayer cuante te llevamos desde el Teatro El Galpón... éramos miles, era tu pueblo. Hay muchos que hacen gárgaras con la palabra pueblo y no son capaces de superar tanta inmensidad. A vos sí. A vos el pueblo te eligió como su cantor.

Como bien dice el Pepe Guerra: “...Llevaban tu muerte allá adelante, pues se habían puesto de acuerdo sin más señas que el dolor que los unía... cosa seria. Era un río de gente silenciosa, te lo cuento para que lo sepas. Vos... que siempre te creíste poca cosa... Ese pueblo que te llevó esa tarde, libra su batalla cada día hasta en tres empleos trabajando y él, que lucha tanto por la vida, hoy deja su trabajo... se sacude, sale de sus casas para llevar tu muerte allá adelante... de traje, corbata y bien peinado...”.



Nadie le cantó a la vida y sus vicisitudes (como te gustaba decir) como vos, Alfredo. No hubo nadie igual...
Desque aquella noche en que enamoraste por primera vez a Elbia y Angelita a través de la pantalla del televisor. Ellas suspiraban y vos meta “Milonga de ojos dorados” y para colmo... vas y les cantás "Milonga para una niña".


Ya nada cambiaría el amor de esas mujeres proletarias por vos y tus milongas, por tu gomina, por tus trajes y por tus guitarras. Esto que cuento fue real, doy fe de ello. Ocurrió en una noche en plena Villa del Cerro, más exactamente en la esquina de Grecia y Carlos Ma. Ramírez, mientras vos cantabas en Discodromo presentado por Rubén Castillo.
Luego vinieron tiempos de estudiantes muertos en la calle, del fusilamiento de los compañeros de la secc. 20 del Partido... Dolor y no solo dolor. La bolsa de arpillera, la picana, el golpe, el submarino...

Los exilios, los tuyos... los internos y los externos... y nuestro aguantar las viejas banderas.
Lo hicimos como pudimos...
La generación del silencio nos llamaron... Dimos lo mejor de cada uno de nosotros. Caían los compañeros y nunca... nunca dejamos que la querida UJC, el Partido o el FA se nos cayeran.
Generación del silencio... si hasta fuimos capaces de fundar el PIT o mejor dicho... de sostener la CNT... así que generación del silencio... mirá vos.



Un día te conté lo que era para nosotros cuando los sábados a la noche, tratábamos de sintonizar Radio Moscú. Aún hoy se me pone la piel de gallina... A las 20 hs. comenzaba a sonar los primeros acordes de “Adagio a mi país”... Luego venía el informe semanal del Rodney y finalizaba el programa nuevamente con “... en mi país, que tristeza...” y todos nos quedábamos con aquella extraña sensación de que seguíamos en la lucha pero también que cada día nos sentíamos un poco más guachos...

Pasó el tiempo y allá fue tu pueblo a recibirte al aeropuerto.
Y Montevideo se cubrió de gente. Toda la Rambla.... hasta AEBU... llenito por todos lados.


Por aquella época yo vivía en Villa Biarritz y decidimos con un grupo de Compañeros del Comité del FA, ir a saludarte a la Rambla, justo donde desemboca Vázquez Ledesma... Detuvimos la caravana... Veo ahora tu foto... sonriente a través de la ventanilla de la Brasilia y haciéndonos la V de la victoria... no me olvido más de ese momento. Jamás volví a ver tanta alegría en tu rostro...


Luego la vida nos convirtió en vecinos. Los dos volvíamos al viejo barrio... Malvín. Y si bien vos eras más de ir al boliche “La Red”, no fueron pocas las veces que coincidimos en lo de José, en la mítica esquina de Almería y Yacó. No hubo ni habrá otra muzzarella como la que hacía el Tano Baptista... Recuerdo también alguna charla con el Vasco Urruzola (escritor y periodista de Marcha, preso de la dictadura) como aquella vez en que se armó terturlia contando anécdotas de los tiempos de Marcha, con Onetti incluído...
“Josesito... serví otra vuelta”... Esos eran los únicos días en los que José nos contaba sobre su infancia, el hambre y la guerra civil allá en Lugo...



Hoy... ya no están ni José, ni el Vasco, ni el Viejo Tuya ni el Rodney ni vos...
20 años, Alfredo...
20 años de tu partida y yo aquí...
Solo, malherido y recordándote... de traje, corbata y bien peinado.

"...Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado... falta mi cara en la gráfica del Pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo... los ojos míos en la contemplación del mañana... mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos."

Guitarra Negra (Alfredo Zitarrosa)



Otras entradas sobre Alfredo en El Gato:
La canción y el poema (Alfredo e Idea Vilariño)
Desexilios (Alfredo Zitarrosa y Mario Benedetti)
A 34 años del golpe de estado
Alfredo Zitarrosa: La Milonsa sangrante

11 comentarios:

Brujita dijo...

Oiga, diga.......que Ud. no está solo recordando al Flaco!!!

El Flaco es una de las ausencias que más me duelen y no creo exagerar si afirmo que también es una de las que más le duele a su pueblo, al tuyo Gabriel.......al mio.......al nuestro.

Será por eso que en casa, cada 10 de marzo y cada 17 de enero,se repite el ritual: una vela encendida junto a su foto, un cigarrillo y una copa....... conjurando al Flaco......Y entonces, como por hechizo, su duende se sienta a mi mesa, comparte su voz, su música, sus recuerdos y los míos y hasta me parece escucharlo decirle a Manu con su voz de otro: "Manolito, servile otra a esta criatura".

Si hasta aparece una luna mágica en este cielo de eterna niebla y en una mesa de boliche, Alfredo juega al truco con Capita mientras Juceca le cuenta a Papico y al Darno los últimos desvaríos del boliche "El Resorte".

Germancito...........mandá la vuelta.... Qué tomás Gabriel??? Para mí un 1/2 y 1/2, Germán....y que llore, que hoy brindamos por el Flaco.......

Salud Gabriel!!! Por Alfredo, por esa generación que hizo hablar al silencio y por nosotros.

Salú hermano!!!

..·: Anita :·.. dijo...

Pero muchacho!! Querido gato. Tanto tiempo sin pasar por acá y una vez que vuelvo a leerlo me sigue causando esa sensación de "qué sé yo". Me atrapan sus posts y leo una atrás de otro, y me pongo al día en el mundo bloggero. Qué lo tiró, que es lindo su espacio. Un abrazo bajo mi luna de acuarela y lo invito al reencuentro.

Anónimo dijo...

Que locura...
Mucha gente puede leer esto y no entender nada
Miro mis hijos y nada que ver. Asi me dicen.....
Suena reloco...me dice uno......
Por supo le digo.
Lo que ve es lo que veo...!mi amor!
Pero igual que un servidor...veo las armonias. Asi lo vi años. Y aun lo veo. Todo es una armonia...En lo cuantico es resonancia.
Mal por mi
Maluco mal

Luciano dijo...

Gracias Gato.

Raúl Avila dijo...

Te cuento Gato. Nací en el 70, en Piedras Blancas, familia "miliquera" (medio por ignorancia, medio por comodidad, medio porque mi viejo era bombero -o séase MINISTERIO DEL INTERIOR-), el caso, es que no sé si por ser el menor, el más desenganchado generacionalmente de mis hermanos o qué, "me le volqué pa' la zurda" (como dice el Sabalero) y siempre busqué la faceta artísitca que tuviera, como timón, el compromiso.
Curiosamente mi vieja (la más miliquera porque su viejo había sido militar), tenía entre sus recuerdos de su padre un simple (o disco chico, como solíamos llamar de gurises) de Los Olimareños (que ahora están por juntarse para recordar su regreso al paisito). De un lado tenía "HUELLA EN BATALLA" y del otro la primer versión grabada del "OREJANO".
Otra de las reliquias era el LP "DEL AMOR HERIDO", con una canción que a mí, con mis pocos años me emocionaba muchísimo sin saber ni por qué: "TAIPERO".
La vieja prestó el disco. Estamos en Uruguay (vos sabés). Nunca lo recuperó y me quedé sin el taipero.
Lo busqué como loco en cuanta disquería y puesto de CD trucho se me cruzó y nada.
Pasaron lo años. Me casé. Adoptamos un niño.
Un día, debía sacarle a mi hijo una foto carné para el club.
Voy a una casa de fotografía en La Teja y veo en un mostrador vidriado, apoyados en diagonal, unos cuantos discos de vinilo. Cuál no sería mi sorpresa cuando veo abriendo la pila el perfil mítico del flaco y (en la parte negra de la tapa) la leyenda "Alfredo Zitarrosa - Del amor herido".
Logré que me hicieran una copia en CD y desde entonces, tengo mi taipero (con los ruiditos de la púa y todo!!!).
Es maravilloso lo que nos dejó el flaco, simplemente haciendo lo que gustaba hacer: CANTAR.
Él como nadie, demostró lo que es un artista en toda su dimensión.
No necesitaba de un despliegue en escena preparado ni nada.
Vos bien sabés Gato. El flaco se paraba tras el micrófono con su traje impecable, con su pelo bien peinado y el clima se creaba en un segundo. Luego venían las canciones, para terminar de formar el encanto.
Disculpá la extensión Gato, pero necesitaba contar esto.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

"Hago falta.... yo siento ...."
HOLA GABRIEL ,CREO QUE TODOS SENTIMOS ESO COMO EL NO ESTAR ES DEFRAUDAR A ALGUIEN , PUEDE QUE SI, PUEDE QUE NO ,VAYA UNO A SABER , PERO LO SENTIMOS Y DUELE , TAL VEZ TU "BOBO" TE LO TENGA PRESENTE DIARIAMNTE Y EL " PUCHO" ALLA ECHO LO SUYO , Y NO HAY VUELTA QUE DARLE.
LOS MUERTOS¿ QUE MUERTOS?
SOLO MUEREN SI LOS OLVIDAMOS ,Y ES MUY DIFICIL OLVIDAR LO QUE LLEVAMOS DENTRO , UN ABRAZO Y EL RECUERDO ES LO MEJOR PARA COMBATIR LA ANMESIA .
PITINGO CHICO

FLACA dijo...

Gato:
Volví. Ojalá pudiera llegarte, con estas palabras, un poquito de sol de La Floresta y de calor de por aquí. Vos me llevaste a más de veinte años atrás. A los festivales de música popular,especie de bastiones de resistencia, en mi pueblo La Paz. Ahí fue la primera y única vez que vi a Zitarrosa en vivo. Creí que me moría. Estaba expectante, quería saber cómo era verlo y oirlo en persona. Ya lo había visto un rato antes, porque estaba acodado en la cantina del club,ahí era un hombre común.
Cuando llegó el momento empezaron solas las guitarras, después subió él al escenario. Y ahí todo se transformó.Lo recuerdo así como lo describe Raúl: con su traje impecable y oscuro, su gomina en el pelo, su cara triste y seria... de pronto se acercó al micrófono y empezó a cantar. Es de esos momentos que uno se lleva guardados hasta el fin. El lugar se hizo mágico.El silencio total. Y todo pareció suspenderse,estoy segura de que el tiempo paró, segurísima. El instante, su imagen y su voz se hicieron eternos; como dice García Lorca,"viva moneda que nunca/ se volverá a repetir".
Un fuerte abrazo.

el gato utópico dijo...

Brujita:
No se puede describir mejor al Flaco...
Silvia, un beso grande.

Anita:
Si hasta me parece mentira tenerla de nuevo entre nosotros...
No se pierda...

negrogastón:
Nada de maluco mal...
nada de eso, déjese de joder que usted vale... claro que vale...

luciano:
Gracias a vos. Yo también me juré algún día visitar Rosario.
Pero usted me entiende cuando le digo nuevamente... gracias a vos.

Pitingo:
Será por todo eso que tan bien decís que se hace hoy cada vez más necesario el seguir construyendo la Memoria Colectiva... saludos a la flia!

Raúl:
Primero que nada... agradecerte el compartir tus vivencias.
Me pone tremendamente contento que vengas hasta aquí y nos cuentes al oído, bajito... yo y todos nosotros... agradecidos.

Flaca:
Me hiciste recordar aquellos Festivales de La Paz... Así que no solo nos cruzamos en Cuaró y Boulevard... Recuerdo perfectamente cuando Zitarrosa cantó en La Paz. Justamente antes de él, le tocó cantar a Carlitos Vidal. Al final, Alfredo nos llevó en el Chevette hasta Malvín...
Ah... también estaba el Flaco Sabino y el Vampiro, como no...
Otro abrazo para vos.

FLACA dijo...

¡¡¡¡¿¿¿¿EN SERIOOOO????!!!!... ¡Puf!, cuántas casualidades. Estoy segura, Gato, de que si seguimos escarbando hasta debemos haber tomado algún cafecito juntos con algún amigo común. Te mando un gran abrazo.

cantor dijo...

Hola, escribo de México, He leído y leído sus comentarios del maestro del cantor del hombre del artesano del artista del cantor... y parece que lo tengo aquí, ahora mismo que lo escucho y lo escucho y lo tengo vivo por siempre con esa guitarra negra que siempre la veo blanca, viva, reluciente, imponente y al a cual siempre le mostró un gran cariño y se hizo compañero de ella, esposa, una amante, nanos ,ojos. piel. corazón, esencia de lo homano y de la sensibilidad que finalmente llega con esa voz equilibrada, fuerte aveces, desesperada, pero suave, arruyadora, demandante, reconfortante, evocadora, sincera, encantadora, que m.as puedo decir que no hallan dicho ustedes que son testigos directos de lo que sentimientos del flaco. Saludos. Gracias por este espacio "Ami no me ceba el mate ningun negrito mimaó..." " Yo en el bajo y en la loma siempre anduve bien montao". Gracias Flaco parece que te conozco de siempre. sinceramente lucio lópez rojas. Mexico.

el gato utópico dijo...

Cantor! Gracias por tu comentario. Y más aún... gracias por tu semblanza de Alfredo. Que llegue hasta México, tierra generosa que cobijó a Zitarrosa en tiempos de exilio, mi mejor abrazo.