sábado, 1 de abril de 2023

La banda sonora de mi vida...

Yo, al igual que todo el mundo, soy pasajero de mi tiempo. Protagonista de una película que jamás se estrenará. Fui niño en el barrio del Prado, correteé en el barrio del Cerro y fui adolescente en Malvín, donde también me hice hombre. Treintañero en el Centro, Ciudad Vieja y Solymar. Cuarentón en Atlanta, Dénia y Buenos Aires y aquí, en Madrid… comencé a envejecer. Montevideo, Canelones, EE.UU., Argentina y Buenos Aires… si habremos caminado! Pero de lo que no me olvido es de aquellas tardes cuando Don Carlos Solé me llevaba al Estadio Centenario a ver a Peñarol. De las luchas obreras… del puente sobre el Pantanoso llenito de banderas rojas, portadas por los trabajadores del Frigorífico Nacional. De la esquina de Boulevard Artigas y Cuaró (hoy Carlos Solé) y del Bar Capitol de mi padrino el viejo Scasso, un mafioso al que le besaban el anillo en el viejo Mercado Modelo. De mi maestra de 1er. grado en la escuela Adolfo Berro, del Peñarol del ’66, del equipo de Malvín con el Manteca Martínez, el colorado Barbadora y el Pilu Santillán, de las noches de carnaval en el Club Capitol. Del olor a albahaca y romero en la cocina de mi abuela, de sus plantas en viejas latas de aceite y de sus enormes ojos celestes… Del Gitano Iglesias y del Pistola Marciscano, corriendo detrás de mis hijos en un ensayo de los Diablos Verdes o de la Reina de la Teja, tratando de curarle con agua oxigenada las rodillas rotas de mis hijos Tamara y Camilo. Mis murgas… los Diablos, la Reina, Contrafarsa y la Falta… por eso recuerdo bien aquella noche cuando en la esquina de Gil y Cuaró paró el camión de los Asaltantes con Patente. Sí… yo ví cantar en esa esquina antes de actuar en el Club Capitol a los Asaltantes. Recuerdo bien aquella noche. Bajaron del camión y los murguistas se alinearon. Entonces fue cuando Cachela, su histórico director dio el “Tré” y comenzaron a cantar la retirada del ’32. Yo estuve allí… y ahí nació mi amor por la murga. Hoy, en esta noche estrellada y madrileña, tal vez debajo de una farola se plante una murga dirigida por el Pitufo Lombardo o por Julio Julián y comience a cantar… al igual que Mark Knofler, Darnauchans, Leonard Cohen, Zitarrosa o Bob Dylan, la murga es parte de la banda sonora de mi vida… de aquella película que jamás se estrenará, pero que valió la pena vivir. Qué lo parió!

 


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