Madrid, 8 de la mañana de un día feriado. Me levanto, desayuno y el mate humeante.
La calle parece que aún duerme, al igual que Elena. De pronto rompo el silencio silbando una vieja melodía de Jorge Galemire y hasta me animo a cantarla...
“si supiera la respuesta/ a tu puerta golpearía/ si encontrara algo de ella/ a tus pies yo moriría/ sin embargo fuego amargo/ nunca hubo poesía/ solo hilachas de un dragón y un gato sin armonía/ en mis brazos yo te tuve/ te dejé marchar un día/ tu perfume aún en mi alma/ hasta que el amor decida../
Me sorprendo yo mismo de saber la letra. Seguramente a esta hora, cuando en Montevideo aún es noche cerrada, alguna ola estará llegando hasta Playa Malvín, mientras aquel adolescente que fui, estará caminando con su walkman por la orilla. A dos años de tu partida, se te extraña querido Gale.
1 comentario:
Tan particular, tan reconocible en su forma, que aunque pasen años y me falle la visión, tu guitarra Jorge, acertaría!!
Yo nací mirando la playa Buceo bien ahí , justo donde a la calle Arrascaeta se le ocurre nacer/morir.
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