martes, 27 de diciembre de 2011

Vuelvo al Sur...




"Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo."
M.Benedetti

Ahora, cada pieza de este puzzle vuelve a encajar.

No, no iremos a Lisboa.
No esperaremos los barcos que vienen desde Montevideo, trayendo cartas escritas con tinta azul.
No brindaremos con Pessoa, pero nos lo llevaremos puesto.
Se irá con nosotros.
Una maleta... tan solo una maleta de 23 kgs.
Pessoa y sus cuatro poetas cruzando el Atlántico y entonces será él quien se pregunte:
-Qué están haciendo? Qué están haciendo de mi Portugal?-
Dicen... cuentan... susurran... que por las noches, se le puede ver sentado y con su vaso lleno, mirando el mar.
Esperando que lleguen los barcos desde Montevideo.
Desde el Sur.
Mi sur.
Y no, no iremos a Lisboa.
Todo no se puede.
O mejor dicho... no puede quererse todo.

Conozco la Highway 95 de comienzo a fin.
La Ford devorando millas, el viejo Knopfler como banda sonora y allá nos fuimos... atravesando "my sweet Georgia", las Carolinas, Virginia, Maryland, New Jersey... cruzamos el puente de Brooklyn y entramos en Manhattan, dejando atrás y para siempre Atlanta y su aroma de manzana y canela, el blues del Downtown, asados y piscina en The Falls. el olor de la tinta fresca y sobretodo... los amigos.

Recorrí los mismos caminos manchegos y polvorientos que León Felipe, tomé mate en uno de esos patios andaluces a los que le cantó el bueno de Machado.
Sentí el vuelo de Federico a orillas del Darro, me chorreé enterito comiendo de las mismas naranjas que Miguel Hernández.
Viví en Sansueña y conversé largamente con Cernuda.
Sentado bajo la Torre del Agua, invoqué a los poetas nazaríes.
Viendo atardecer sobre los muros de la Alhambra, escuché el cante jondo y arrabalero de Morente.
Me emborraché en el mismo mostrador que Ángel González y recité los versos de Tirso de Molina sentado bajo su estatua.
Me voy llenito de poesía.
Dejo esta tierra de poetas y guitarras al sol.
Me voy con la certeza de que mi amor por Madrid no fue en vano.
Una ciudad es ella y su gente o no será.
Y Madrid lo fue.
Vaya que lo fue.
Su gente, mis amigos, mis almas cómplices.

En Madrid quedan muchos de mis afectos pero me llevo el más preciado de todos ellos.
En Madrid, se queda la luz y el sol, a los que le cantó el Flaco Zitarrosa.
El Libertad 8 y amaneceres compartidos.
Carabanchel y Anita, el bar Las Charcas y los goles de Forlán.

En Dénia quedan amigos y hermanos de vida y de vaso.
En Dénia retumbará para siempre la risa generosa de Mauricio, los ojos buenos de Jose y Rosalía.
Dénia, la que siempre será mi otro lugar en el mundo.

En Granada quedan mis hijos.
En Granada queda la mujer que me amó y amé.

Sucedió hace muchos años atrás.
La Boca.
Parado frente a un Quinquela Martín, sentí que Buenos aires sería un buen lugar para vivir.
De pequeño pasaba largas horas sentado y observando un atlas.
Soñaba con ciudades y ríos lejanos.
Nombres como Apalaches, Ebro, Mediterráneo, Castilla La Mancha, Chattahochee, Savanah, Granada, Madrid, Gijón...
Tal vez por esa razón, cada vez que llegué a uno de esos lugares, no me sentí extranjero.
Caminante, inconforme, peregrino... eso sí.
Y por causa o destino, seguí la tradición del pueblo marinero.

Vuelvo al Sur.
A mi Sur.
Al que un día ya lejano dejé entre abrazos tristes y promesas de volver.
Ese Sur que tanto olí en aquellas interminables noches blancas de hospital, donde todo era blanco, todo menos la muerte.

Una vez más emprendo la marcha.
Nuevamente a meter la vida en una maleta.
Estoy contento.
Aún sigo siendo capaz de sentir el llamado del fuego.
Y cuando me llame la tierra, podré decir al igual que el poeta...
-que es mejor llorar frente al mar-
porque al igual que la vida es un caos entre dos silencios, mi vida sigue siendo el camino.
Ni comienzo ni final.
Tan solo el camino.
Ni más ni menos que la vida.
Que así sea.
Porque así será.



miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cuando el "Joker" dejó de ser un malvado...

foto: Andrea Mohin/The New York Times

La semana pasada me llegaba la noticia sobre el fallecimiento del dibujante norteamericano Jerry Robinson.
Robinson fue uno de los más famosos dibujantes de cómics y creador de varios íconos del pop-art de los '50 y 60'.
Pero sin duda alguna, el personaje más importante y que lo acompañó durante toda su vida fue el "Joker" de Batman, también conocido como el "Guasón".
Pero hay una historia poco conocida.
Historia que tiene al bueno de Robinson como protagonista.
Esta vez no como dibujante, sino como hombre solidario y comprometido con su tiempo.

Allá por 1978, el dibujante uruguayo del semanario "Marcha", Francisco Laurenzo Pons, fue detenido por la dictadura uruguaya.
Luego de varias sesiones de tortura, fue enviado al tristemente célebre "Penal de Libertad", donde debía cumplir condena por 6 años.
Comenzó entonces una campaña internacional organizada por Jerry Robinson, para lograr la liberación de su colega.
En su libro "Ambassador of Comics", dice Robinson:

-Me enteré que la dictadura uruguaya era un régimen brutalmente represivo. Torturaban a todos los que detenían y a muchos de ellos los desaparecían. La Administración Reagan había retomado la ayuda militar a la dictadura, cortada anteriormente por el presidente Carter.
Hicimos todo tipo de cosas, tuvimos encuentros en la Casa Blanca y me senté a conversar sobre la detención de Francisco Laurenzo con el mismísimo Ed Meese, ministro de Justicia.
Hablamos con Elliott Abrahms, quien estaba a cargo de los derechos humanos, pero estaba claro que no harían nada. De hecho, Abrahms obstaculizó nuestros esfuerzos-

Llegó entonces a oídos de Robinson que Laurenzo continuaba siendo torturado en prisión y que ya estaba sufriendo graves problemas de salud.
Continúa diciendo Robinson en su libro:

-Un día tuve una idea que podría ayudar a sacar a Laurenzo de aquel infierno.
Creé un nuevo premio para que otorgara la AAEC (Asoc. de Dibujantes Editorialistas Americanos) y lo llamé "Premio al Dibujante Extranjero Distinguido".
Obviamente se lo entregamos a Laurenzo, como un honor para el Uruguay y lo invitamos a recibirlo.
Luego mantuvimos varias reuniones en la embajada uruguaya en Washington, tratando de que el propio Laurenzo viajara a recibirlo, cosa que no fue aceptado por la dictadura uruguaya. Pero logramos algo que no fue menor, se autorizó a su esposa y su hijo, para que viajaran a recibirlo. La campaña no liberó a Laurenzo, pero lo protegió. Desde ese momento, dejó de recibir torturas, aunque siguieron sin brindarle tratamiento médico. Además, su esposa le pudo contar a su regreso, acerca de como los dibujantes norteamericanos lo apoyaban y eso le dio esperanzas. Al año siguiente conseguimos que varios representantes del Congreso apoyaran nuestra causa-

Finalmente, Francisco Laurenzo Pons fue liberado en 1984.
Contaba el Paco con orgullo, que en su celda tenía un dibujo de Batman y otro del Joker, ambos firmados por Jerry Robinson...

fuente: The New York Times
link a la noticia: Jerry Robinson - godfather-of-a-comic-book-villain-dies-at-89


domingo, 11 de diciembre de 2011

Caminos



El mundo es chico - Pippo Spera y Jorge Drexler


Los caminos se separan.
Un día, un año o una vida.
Vos impregnada en mi almohada.
y yo en tu pañuelo negro.
A vos te sale el sol.
Y a mi me llueve.

Caminos que ahora se dirigen al mar.
Los que se buscan,
                               se reconocen,
                                                      se cruzan.
Los caminos necesarios.
Los interiores.
Los nuestros.
Desde el recuerdo, peleo.
Mientras haya camino, iré.
Seguro que voy.

g.t.

martes, 6 de diciembre de 2011

Acerca de Borges y Morente, cantándole a La Alhambra.

(en la calle Fernando VI de Madrid)
Cuando el bueno de Enrique Morente subió a los altos cielos del flamenco, Camarón lo estaba esperando...
Cuando Borges escribió este poema dedicado a La Alhambra, hacía ya mucho tiempo que había perdido la vista.
Cuando Borges escribió este poema, hacía ya mucho tiempo que veía con el alma.
Cuando Enrique Morente cantó su "La Alhambra lloraba", hacía también ya mucho tiempo que era criticado y denostado por los "puritos" del flamenco.
Cuando escucho "La Alhambra lloraba", imagino a los poetas nazaríes haciéndole palmas al bueno de Morente.
Y nosotros... como testigos de tanta belleza.

Borges y Morente.
Granada y La Alhambra.
Vos y yo.
Tanto amor... y no poder contra la muerte.
Que lo parió...

Poema de Borges en uno de los muros externos de la Alhambra.

La Alhambra lloraba - Enrique Morente


"Grata la voz del agua
a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua
entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.

Vano el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses,
que te será negada la llave,
que la cruz del infiel borrará la luna,
que la tarde que miras es la última.

Jorge Luis Borges (Granada - 1976)




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jueves, 1 de diciembre de 2011

Todo está en orden...

Faro del Cabo de Gata (Almería)

La murguita del Sur - Bersuit




Ayer regresé a Collado tarde en la noche.
Fue una semana intensa, llenita de vida.
Lo que debía ser apenas un par de días en Dénia, se transformó en una semana.
Y no fue solo Dénia.
También fueron Valencia, Cabo de Gata y Granada.
Trámites, papeleos y preguntas.
En Dénia, Mauro y su sonrisa.
Otros amigos y sus cuestionamientos.
En Almería, el faro del Cabo de Gata iluminando la lluvia, mientras a vos... te llovían estrellas fugaces.
El amanecer compartido dentro del coche, la cueva y el Mediterráneo proponiéndonos demoras y veranos con sol y cubatas a tan solo 3,50.
En Granada el abrazo, los besos y otra vez vuelta a abrazar.
Hubo paseo por el Albayzín y nieve en Sierra Nevada.
La Alhambra que parecía más triste y el poema de Borges resistiendo al tiempo y a la nada.
La Bersuit a marcha camión una y otra vez, mientras el auto de la Paca devoraba kilómetros...
La parada en L’Alfáz del Pi, bocadillos y el abrazo al Gallego querido... el que hoy pervive a través de sus esculturas.
En el Turia los gritos adolescentes y la casi certeza de que sus padres ya ni hacen el amor.
No recuerdo cuantas despedidas van... 
Pero acaso importa?
No... mientras exista la certeza del reencuentro.
Estación de autobuses y atardecer en la carretera, con un sol escandaloso en el horizonte manchego.
Los techos blancos de los autos estacionados en la puerta de la urbanización me ayudan a asumir que estoy de nuevo en casa.
Apago la lámpara y repaso todo mentalmente.
Ya no quedan pretextos.
Todo está en orden.
Ahora sí.
Vuelvo al Sur.


"Asentamiento" (Bronce - 2001) Jorge Castro Flórez
Playa del Albir - L'Alfáz del Pi - Alicante


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