lunes, 7 de enero de 2008

Los duendes de la Olímpica.
















(A Jacqueline Spencer, hija de uno de los duendes que habitan en la Torre Olímpica)



Algunos dicen que es verdad. Otros, que no puede ser. Pero confirmo, porque es así, que a veces, pero solo a veces... cuando uno pasa cerca del Estadio Centenario, puede escuchar voces... extrañas voces. Una noche en la que justamente acerté a pasar por el lugar, ocurrió. Entonces, y aprovechando que alguien había dejado entreabierta una puerta de la Tribuna Olímpica entré. Y mi asombro se transformó rápidamente en emoción. Y claro, que otra cosa si no? Juro porque yo estaba allí. Venía corriendo Juan Joya pegadito a la raya, dejó atrás a su marcador y cuando llegó al borde mismo de la cancha, allí donde se juntan la Olímpica con la Amsterdam... bueno, allí mismo... Joya levantó la cabeza y al ver que el Negro Spencer ya le sacaba un metro al back derecho... levantó el centro. Y ya nada pudo detenerlo. Spencer se levantó del suelo como sostenido quien sabe por que cosa y la puso contra el palo. Pobre golero... si hasta daba pena verlo.
De las tribunas bajaba el rugido manso de la multitud saludando al goleador. Para quien no lo crea, esto ocurre cada vez que sobre Montevideo, se asoma una luna increíblemente llena. Cualquiera puede comprobarlo. Solo tiene que cerrar los ojos y dejar que los duendes de la Tribuna Olímpica salgan a jugar.

2 comentarios:

MARIANA dijo...

En la próxima luna llena, seguro lo voy a comprobar. (Ahora Gato, estuvo por los Montevideo, y no vino a visitarme.. porque aunque sea en su imaginación, sepa que tiene otro lugar donde recalar)

ro dijo...

Soy de Montevideo y recién empiezo a leerte. Veo que la distancia logra volver de carne los recuerdos. Mis saludos a esos duendes