sábado, 5 de noviembre de 2011

Colombia en la piel

Alfonso Cano


"...los que resistieron murieron
y los pocos que se salvaron han partido
huérfanos de símbolos de arados y sin música
con un reguero de huesos rotos en la memoria
a re-fundar su historia en otras tierras
con hilachas con ollas vacías sin semillas."
Mauricio Vidales (frag. "Del silencio cómplice que brilla")


En el día de ayer, el líder de las FARC Guillermo León Sáez "Alfonso Cano", murió en un enfrentamiento con el ejército colombiano en el departamento del Cauca (Colombia).
Alfonso Cano, un antropólogo nacido en Bogotá, era desde hace más de 30 años, uno de los principales teóricos del marxismo y el mayor ideólogo de las FARC.
Participó como delegado de las FARC en las conversaciones de paz que éstas mantuvieran con el gobierno colombiano en  1990 y 1992.
Desde la muerte de Manuel Marulanda (Tirofijo) en marzo de 2008, Alfonso Cano pasó a dirigir las FARC.

Hoy, llegan desde Colombia y así lo recogen los medios españoles casi en su totalidad, la idea de que el fin de la lucha de las FARC está próxima.
Lo que no dicen esos medios, es que mientras no se solucione el drama en el que viven más de 4.000.000 de colombianos desplazados de sus tierras por las grandes corporaciones multinacionales, mientras continúen los ataques de los  grupos paramilitares ("paracos"), armados y protegidos por el gobierno, los terratenientes y la CIA, mientras todo esto no se resuelva, las FARC seguirán teniendo su razón de ser.

Una guerrilla que sí bien es cierto ha disminuído en el número de integrantes, no menos cierto es que hay más de 10.000 compañeros y compañeras, que al igual que el Compañero Alfonso Cano, están dispuestos a dar su vida por una Colombia digna, justa y solidaria.

La misma Colombia por la que una vez nos juramos el poeta Mauricio Vidales y quien esto escribe, emborracharnos en Bogotá, debajo del balcón donde Manuelita Sáenz ayudó a escapar a Simón Bolívar de quienes le perseguían.

La Colombia solidaria, patria de mi buen amigo Gustavo, quien aún sigue viviendo en Atlanta y con el que en noches blancas por la nieve, nos consolábamos intercambiando fotos de hijos y familias.

La Colombia del Gabo García Márquez, del mismísimo poeta y hermano de vida Mauricio Vidales, de Amparo Osorio.

La Colombia de Totó la Momposina, del gran Joe Arroyo, de Marta Gómez.

La Colombia de Patricia Ariza, de Santiago García y del maestro Enrique Buenaventura, quien junto a Atahualpa Del Chioppo revolucionarion el teatro latinoamericano.

Patria dulce, novia permanente.

Por todos los perseguidos, los desaparecidos, los desterrados, los desplazados.

Y por todos nuestros muertos.

(A-mén)


...


15 comentarios:

Ana dijo...

No, mire no. Acá no le puedo hacer la segunda. Yo estoy de acuerdo en que Colombia, al igual que la gran mayoría de latinoamérica, es injusta, hay pobreza, miseria, sojuzgamiento, etc. Y estoy de acuerdo con el concepto de lucha armada, pero... las FARC son un grupo que hace bastante ha dejado sus principios en la banquina, que se mantiene gracias al narcotráfico y que de ninguna manera y bajo ningún concepto se les puede perdonar el tener en cautiverio y en condiciones infrahumanas a los secuestrados. Porque sino, ¿cual es la diferencia? ¿En qué son mejores que un grupo parapolicial? nonononoono y nuevamente NO. No les puede llamar "compañeros".

el gato utópico dijo...

Ana:
Sin que esto sea tomado como una respuesta, tan solo un aporte más.
A la vista de los correos que me han ido llegando en las pocas horas que van desde que subí este post, hasta este mismo instante en que estoy escribiendo esto, aumenta mi certeza de que este tema no es para nada fácil.
A favor o en contra, pero han preferido enviar correos antes que dejar un comentario en el blog.
Y me pregunto entonces si no estamos preparados para que alguien nos diga que estamos equivocados. En mi caso y sin pretender que esto suene a un "yo me las sé todas", algo, mucho o poco, pero algo conozco del drama que desangra Colombia. Y no me parece buena cosa quedarme callado cuando alguien como Alfonso Cano muere en combate. Personalmente tenía muchísimas expectativas de que fuera él, quien de una puta vez consiguiera la paz en Colombia.
Su pasado como teórico y su trayectoria dentro del Partido Comunista de Colombia lo avalaban. Cuando la caída de Tirofijo, todo apuntaba a que sería el "Mono" Jojoy quien tomaría su lugar, sin embargo en un acto profundamente maduro y sumamente político, las FARC designaron a Alfonso como su jefe.
No voy a justificar cada uno de los errores que cometió la guerrilla colombiana en su conjunto.
No solo las FARC.
Pero también sé que tienen muy mala prensa. No nos llega otra información que las que nos brindan los medios masivos de comunicación y ya sabemos a que intereses responden estos medios.
También hay personas que han sido secuestradas por las FARC y que han hablado del buen trato recibido durante su cautiverio, solo que los medios no lo informan.
Como recién le decía a una buena amiga colombiana, tal vez un poco de luz sobre todo este triste asunto, no solo ilumine sino que también ayude a curar.

Hay una historia que me parece maravillosa y que el bueno de Osvaldo Bayer la rescata permanentemente.
Cuenta Bayer que cuando los peones rurales de la patagonia fueron a pedirle a Don José Font ("Facón Grande") que los representara porque iban a la huelga, éste... que no era uno de los suyos les contestó: "No estoy de acuerdo con sus métodos anarquistas, pero los voy a representar... porque tienen razón".
Tal vez esa historia no tenga mucho que ver con lo que sucede en Colombia o tal vez sí. Porque seguramente si no existieran las FARC, serían muchísimos más los millones de desplazados, las víctimas del terrorismo de Estado (que es el peor de todos los terrorismos)se multiplicarían varias veces.
Ya sucedió cuando surgió la Unión Patriótica (a quien acusaban de tener vínculos con las FARC) y el gobierno colombiano, apoyándose en los grupos paramilitares exterminaron a más de 6.000 candidatos. No a 6.000 votantes. 6000 dirigentes. Descabezaron el partido asesinándolos.
Y tal vez, los métodos empleados hoy por las FARC no sean los mejores.
Pero ante la invasión de asesores yanquis, ante los préstamos sin devolución aprobados por el congreso de los EE.UU para combatir a la guerrilla y ante la mala prensa que tienen las FARC, no puedo yo desde aquí condenar sus métodos de supervivencia.
Así como tampoco justifico cualquier desviación que atente contra el pueblo.
Pero no olvido que gracias a la ayuda de las FARC pudieron sobrevivir el Frente Sandinista de Nicaragua, el Farabundo Martí de El Salvador, el Movimiento Revolucionario Francisco Morazán de Honduras y la Unidad Revolucionaria Nacional de Guatemala, obviamente que también lo hicieron por el apoyo de Cuba y la URSS, pero también de las FARC.

En fin... bien podría haberme quedado callado (como lo hacen muchos compañeros de izquierda que cuando se trata de las FARC miran para otro lado) y no opinar sobre la tristeza que me produjo la muerte de Alfonso Cano, pero equivocado o no, todo lo humano me sigue sin parecer ajeno.

Laura dijo...

Gabriel: ahora leyéndote en el comentario el sentido del post toma matices, y estoy de acuerdo contigo en que tal vez era en manos de Cano que un diálogo era posible y desde mi mensaje en el mail te dije la tristeza que me produjo su muerte por la persona que podía ser él (no la de los datos, sino esa que todos somos) y también sentí, momentáneamente, tristeza al pensar qué pasaría si se acaban las personas que colocan resistencia? y si nos quedamos sin nadie que se oponga?... pero hay contrapuntos y contrapuntos, Gabriel.

Que hace mucho perdieron el norte, que se financien de la droga en sí no es el problema, el problema es que para producirla actúan igual que el gobierno y los paramilitares: despojan a los campesinos y a los indígenas de sus tierras o explotan su fuerza de trabajo. Que se justifican en las atrocidades que hacen las fuerzas militares y paramilitares para cometer los mismos actos. Como te escribí en el mail, llegan a ser igual de inhumanos y a abusar del poder que les dan sus armas cuanto como aquellos de quienes dicen que nos defienden. Que hace mucho muchos campesinos, indígenas, comunidades afrocolombianas, personas que vivimos en las ciudades o que desde fuera sabemos de las injusticias, no nos sentimos representados por ellos.

También te decía que es verdad que mientras las personas que tienen el poder político y económico sólo se preocupen por vender el país y llenar sus bolsillos, las FARC se pueden acabar, pero otra guerrilla va a surgir, o por qué no? van a surgir colombianos más reflexivos, que tengamos más consciencia, que nos duela cada muerto, cada desaparecido, cada secuestrado, cada persona desplazada de sus tierras, cada injusticia y tal vez cada vez seamos más capaces de poner el cuerpo y las ideas para trabajar por cambiar la situación. Mira el movimiento estudiantil que hay en estos días, tal vez Gabriel, ese movimiento derive en un movimiento social más amplio, hay tantas cosas frente a las cuales resistirnos.

Sabes que te agradezco la sensibilidad con mi país y lo que escribes y espero que tal como me ocurre, te conviertas en una voz en la cabeza de otras personas que les hace pensar cosas que antes no habían considerado.

el gato utópico dijo...

Laura: Gracias por el comentario.
Cómo podría yo contradecirte, colombiana?
Pero como bien decís al comienzo, claro que hay matices.
Estamos de acuerdo en que la figura del Comandante Cano era donde estaban depositadas las mayores esperanzas de alcanzar la paz.
En junio de este año, el periódico español Público entrevistó a Cano.
Te paso el link porque me parece más que interesante:

http://www.publico.es/internacional/381305/siempre-sera-posible-construir-escenarios-de-negociacion-con-el-gobierno

Tengo que pedirte por favor que no olvides aquel proyecto político llamado Unión Patriótica y la forma en que lo exterminaron desde el gobierno ejerciendo el terrorismo de estado, asesinando a compañeros como Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo y la lista sería interminable.

Por otra parte, Colombia es un tema más que sensible para mí. La injusticia que allí se comete con los campesinos, con las comunidades afro-caribeñas, con los indígenas y todo eso en nuestro continente.
Pero parece que no logramos terminar de entender que a pocos kilómetros, en nuestro propio continente, se está llevando a cabo sistemáticamente un ataque contra el pueblo colombiano.

En cuanto a las formas en que el pueblo colombiano crea conveniente para así labrar su propio destino, siempre me tendrá como compañero de ruta.

Ana dijo...

Querido Gabriel:
Ud me responde:
"También hay personas que han sido secuestradas por las FARC y que han hablado del buen trato recibido durante su cautiverio, solo que los medios no lo informan.". ... El buen trato, justifica el cautiverio?... Le dejo la inquietud.
Me quedo con lo que dice la compañera colombiana:
"Que hace mucho perdieron el norte, que se financien de la droga en sí no es el problema, el problema es que para producirla actúan igual que el gobierno y los paramilitares: despojan a los campesinos y a los indígenas de sus tierras o explotan su fuerza de trabajo. Que se justifican en las atrocidades que hacen las fuerzas militares y paramilitares para cometer los mismos actos.".
Ese es el punto para mí: no podemos justificar una cosa con otra, porque terminan sin diferenciarse. Parece la canción de Nacha Guevara: "con el odio acabaremos, una bomba le pondremos"

A veces el conocer más sobre un tema no nos clarifica, sino que nos hace encontrar argumentos para justificar. Yo respeto su conocimiento, que es muy muy superior al mío, pero hay temas en los que yo me sigo guiando por el estómago: y hay cosas que no me pasan ni con un té digestivo :-)
Le mando un beso,
Ana

Anónimo dijo...

Querido compañero Gabriel, agradezco este hermoso post que refleja tu gran sensibilidad y conocimiento del conflicto colombiano.
A las compañeras Ana y Laura, les contesto que no sé hasta qué grado de conocimiento lleguen sobre el tema, pero lo de "Que hace mucho perdieron el norte, que se financien de la droga en sí no es el problema, el problema es que para producirla actúan igual que el gobierno y los paramilitares: despojan a los campesinos y a los indígenas de sus tierras o explotan su fuerza de trabajo. Que se justifican en las atrocidades que hacen las fuerzas militares y paramilitares para cometer los mismos actos." es una verdadera vergüenza que la gente vaya por ahí repitiendo toda esta parrafada de calumnias, que a fuerza de repetirlas la infame prensa burguesa mundial, ha calado tan hondo en el imaginario mundial. Para muchas personas que no se enteran de que existe el "derecho universal de los pueblos a la rebelión" todas las mentiras que les cuentan sobre los grupos insurgentes se las tragan, pero incluso, hasta mucha gente que se dice de izquierda en Colombia y en muchas partes del mundo se ha tragado el cuento. Como colombiano exijo respeto por los luchadores que han dado su vida por nuestro país, el continente y el mundo en una lucha frontal y sostenida con heroísmo contra el imperialismo por más de seis décadas.

No acepto esa sarta de mentiras sobre los héroes. Si es que ya se sabe que si el Ché viviera hoy sería también un "terrorista".

Ana dijo...

Anónimo:
estaría bueno que para debatir te pusieras, mínimamente, un nombre y, en segundo lugar, no nos faltaras el respeto. A lo mejor vos sabés mucho más que Laura y yo sobre el conflicto, la situación colombiana y las FARC. Ahora, me pregunto: ¿vos te bancarías 10 años de cautiverio contra tu voluntad en la selva colombiana? Después de eso, seguirías pensando en los "héroes"?. No lo creo. Hay médicos, reporteros, extrajeros, de todo hay secuestrados y eso no es un invento de la "prensa burguesa" nosecuanto. Eso, Anónimo, es REALIDAD. Son personas, con sus afectos, sus familias, su vida truncada.
Al igual que a Gabriel, te dejo la inquietud y mis respetuosos saludos.
Ana

el gato utópico dijo...

Dejo totalmente de lado lo que debería ser el tema de debate para pasar a hacer algunas consideraciones más que necesarias.

Hasta el momento somos 4 las personas que hemos intercambiado ideas.
Conozco a las otras 3.
Y no puedo menos que dejar constancia del afecto que siento por cada una de ellas. Podremos estar de acuerdo o no sobre determinados temas o asuntos, pero lo que no podemos es olvidarnos de quienes somos.
Efectivamente también conozco a quien dejó el comentario "anónimo". Y lo conozco porque me avisó por correo que dejaría un comentario.
Tal vez sea ésta persona quien mejor conozca la realidad colombiana. Su vida ha corrido peligro precisamente por haber sido más que víctima del terrorismo que lleva adelante el gobierno colombiano.
Respeto cada una de las opiniones que aquí se vierten y sin querer justificar a nadie, no es buena cosa ni siquiera insinuar algo como un ataque personal.
Y mucho menos entre nosotros.
Ana, a mí tampoco me gustan los anónimos, pero creeme que en este caso está más que justificado.
Y a vos "Anónimo"... vos me conocés bien y entonces me comprenderás cuando te digo que tanto Ana como Laura, son dos compañeras del alma y agradezco a la vida el haberlas conocido.
Podemos llegar a discrepar, claro está! pero no tengas dudas que en ellas, siempre habrá un hombro donde recostarse.

Bien saben Ana, Laura y "Anónimo" del afecto que siento por cada uno de ustedes.
Me parecía buena cosa decirlo...
Dicho esto, sigamos pues...

Ana dijo...

OK. Entendido y le agradezco mucho la aclaración.
Igual-tema lateral aparte- le digo a Ud. y a "anónimo" que si es por un tema de seguridad, mandar un mail es lo mismo que escribir en un blog... está todo vigilado, así que lo mismo da. (Solo para aportar un dato técnico).
Un abrazo a todos,
Ana

Anónimo dijo...

Gracias hermano, por tu comentario aclarador. No sé por qué, pero ayer contesté y no apareció mi comentario. Resumiendo lo que decía, era justamente que en ningún momento pretendía irrespetar a Laura y Ana, ni más faltaba; nada más lejos de mi intención. Es sencillamente la rabia por sentir de qué manera las mentiras mil veces repetidas cuelan y el dolor profundo de sabernos impotentes ante la barbarie. Desde luego hay muchos matices, pero necesitaríamos muchas noches y botellas de vino para poder llegar a desenredar la madeja y quedar todos más o menos de acuerdo (son 65 años -mal contados- de conflicto social, político y armado y casi 50 millones de colombianos que no se han podido entender en todo este tiempo, por lo tanto, no pretendamos en un post, decir la última palabra, ni mucho menos). También aclaraba que no estoy de acuerdo con el secuestro ni lo he justificado aunque en la gran mayoría de los casos, no son secuestrados sino prisioneros de guerra, caídos en combate y tratados con muchísima diferencia respecto a de qué manera trata el gobierno colombiano a los insurgentes retenidos -y a muchísimos luchadores sociales inocentes- en las cárceles colombianas; peor que a las ratas. Por lo demás, los secuestrados por la insurgencia son en su "gran mayoría" grandes criminales que han robado al pueblo y cometido graves faltas contra el erario público y esta es la ley revolucionaria, así como también el impuesto a "las grandes fortunas" por decirlo de alguna manera, así como el gobierno colombiano cobra un impuesto para la guerra, la insurgencia lo hace con los que tienen y que no sólo eso, es que contribuyen a incrementar la desigualdad social y la corrupción. Podría citar muchos ejemplos, pero mejor dejémoslo así. Lo de Ingrid Betancourt y sus imágenes con cadenas y cara de mártir, fue un gran montaje hecho por los mismos traidores que se vendieron por millones de dolares que pone el gobierno norteamericano(no olviden que Colombia es el tercer país en el mundo que recibe mayor ayuda para la guerra por parte de USA, después de Israel y Egipto). Recuerden su rostro lozano cuando fue rescatada.
Un abrazo para todos y reitero mis disculpas a las muchachas, si en algo las ofendí. Y a vos Gato, mi gratitud enorme por tu valentía al "mojarte" escribiendo sobre estos temas espinudos. Y por otro lado, si vos decís que son bellas personas, pues me alegro muchísimo porque te mereces las mejores amistades y será un placer algún día conocerlas.
Chau
pd. ah, y no da igual un mail que un post y sé por qué te lo digo, Ana.

Anónimo dijo...

Un último comentario al respecto:
Ana, no existe ningún ciudadano médico ni reportero extranjero en las listas de la inteligencia colombiana que figure como retenido por la insurgencia colombiana: no sé dónde figura ese dato. Es más, los últimos tres extranjeros retenidos fueron los tres gringos prisioneros de guerra capturados por las FARC-EP al derribar un helicóptero gringo en combate. No sé si sabías esto, pero en superlativas condiciones de inferioridad la insurgencia también los jode por el aire.
Bueno, ahora sí me callo. Entendéme un poco. Un abrazo de tu anónimo cercano.
Besos

Anónimo dijo...

Fe de erratas:
No es "no pretendamos en un post" es "en un comentario a propósito de un post"
Disculpas Gato. ¡Levanto el vaso!

Anónimo dijo...

COMUNICADO DE LA JUVENTUD COMUNISTA COLOMBIANA (JUCO) FRENTE AL ASESINATO DEL LÍDER DE LAS FARC-EP ALFONSO CANO

El asesinato de Cano: duro golpe para la paz democrática

Noviembre 9 de 2011

Los que defendemos la dignidad humana como valor supremo de la vida, no nos podemos regocijar ante el canto embriagador de la muerte. De esta manera condenamos el horrible espectáculo que invita a la danza del odio en el teatro de la ignorancia. Alfonso Cano cayó a manos de las veleidades de un gobierno, fantasiosamente convencido que con su muerte obtendrá la anhelada paz de los sepulcros, la pacificación violenta de un conflicto que reclama una solución menos cruenta a través del diálogo político y la búsqueda de acuerdos de paz duraderos y benéficos para el pueblo colombiano.
Alfonso Cano se formó en las filas de la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) en la década de los 70. Fue un destacado militante cuando era estudiante de antropología de la Universidad Nacional, siempre comprometido con la causa del movimiento estudiantil en aquellos días donde se sentaron las bases del actual modelo de educación en crisis. Las circunstancias históricas allanaron el camino para su posterior ingreso a las FARC. Desde entonces se destacó por su visión política sobre la guerra y la paz en los distintos momentos del desarrollo del conflicto interno.

Por ello no fue abatido un terrorista. Fue asesinado un luchador por la paz. Paradójicamente comprendió que empuñar las armas, para muchos compatriotas, era la única posibilidad de resistir a la violencia militarista y oligárquica, la misma que instituyó el terrorismo de Estado como mecanismo de exterminio de la oposición civil y democrática. Al margen de los debates sobre la vigencia de la lucha armada, no cabe duda que Alfonso Cano era un referente fundamental para los esfuerzos encaminados a establecer las condiciones para un diálogo que pueda conducir a un proceso de paz democrática, justa y soberana.

Esta situación debe concitar la convergencia de nuevas voluntades cansadas de esta guerra fratricida, dispuestas a actuar en otra dirección que no sea la prolongación indefinida del conflicto a costa de las mayorías que tienen que pagar los costos con sus vidas, bienestar e integridad. Ante la ofensiva guerrerista del santismo, la alternativa es la movilización social por el cese al fuego y la apertura de espacios civiles para el debate democrático sobre los contenidos de la agenda social para la solución política del conflicto armado.

COMITÉ EJECUTIVO CENTRAL
Bogotá D.C. Noviembre 9 de 2011

helena dijo...

mi pegunta es vivimos en España, estamos en un momento importantísimo el 20 se sigue jugando muchas cosas, porque no nos mojamos y priorizamos los temas, que curioso hablar de donde no se vive

el gato utópico dijo...

Helena:
Es cierto, vivo en España.
También es cierto que el próximo 20N nos jugamos muchas cosas.
Ahora bien... el que pregunta soy yo. Por qué no hablar de donde no se vive?
Hace un buen tiempo ya que cambié mi definición de patria.
Porque como dije alguna vez, a mí me nacieron patrias sin darme cuenta.
Y me gusta mucho... pero mucho, citar al viejo Benedetti.
Dijo el bueno de Mario que "noción de Patria, es poder decir Nosotros".