jueves, 18 de octubre de 2007

Botellas al mar...


“Y asi seguimos andando
Curtidos de soledad
Nos perdemos por el mundo
Nos volvemos a encontrar.

Y asi nos reconocemos
Por el lejano mirar
Por las coplas que mordemos
Semillas de inmensidad.
Yo tengo tantos hermanos
Que no los puedo contar...”

Los Hermanos (fragmento)
Atahualpa Yupanqui.


Botella recibida...

"...Dilatado tiempo de perderse, si he de perderte o perderme ¿Qué dirán de mi los escondites que conocen mi sensorial alma difuminada en racimos de todo lo que soy, lo que ha sido, lo que será, lo que seremos?

Sentí un par de veces un cansancio tan real y tremendo que me arañaba el alma; y no fue aquella vez en que me dejaste tarareando "Oleo de mujer con sombrero" querida Carolina; ni aquella otra en que te miré la huella hermano mío, gemelo mío y supe que nunca volverías porque te ibas sumergido entre la locura y el espanto de esa muerte tan atroz ;la que te deja vivo; y ultrajante... Marquitos; tampoco fué aquel avión separando mi alma y sucando la patria, homologando alma-patrias amalgamadas entre la ceniza y el desespero, entre zitarrosa y algún compañero; ni aquella otra en la que se murió el amor, la familia, los sueños, la ética, la virtud... Ninguna de ellas fue la causa, ninguna de ellas fue tan dura como vivir ahogado entre lo que soy y lo que debo...



No se si me entiende usted amigo mío, elefante, compañero...
Siempre se puede ser lo que uno es y si no puede, sea un hombre y no se despida!



Queda claro?


Botella enviada...

Que bueno saber algo de vos nuevamente... La última vez me contabas que te ibas de Barcelona y no tenías ni la más puta idea del lugar adonde irías a parar. Mirá que el mensaje pegó y fuerte... y eso se agradece. Se puede saber por donde carajo andás ahora? Bah... si quiere dígalo y si no no. Que de eso también se trata... Ahora, ese texto que puso en los comentarios usted lo verá publicado en los próximos días. Jódase. Para qué carajo anda desparramando sentimientos por ahí... Porque sabe lo mejor de todo esto? Esas cosas que usted dice, esas cosas... hay gente esperando a que alguien las diga. Y mire que conozco a unos cuantos que andan mendigando sentimientos por las esquinas. Eternos mendigos. Eternos perdedores. Mis eternos hermanos. Le mando un abrazo y cuídese, mi querido paquidermo. Mi querido compañero.

2 comentarios:

MARIANA dijo...

Yo soy de las que espero que vos digas algo. Y cuando a veces vuelvo al blog, sin esperanza de encontrarlo, zás! que alegría leerte.Porque soy de esos que andan mendigando sentimientos por las esquinas. Eterna mendiga. Eterna perdedora. Envidio a ese "compañero" destinantario de esas palabras tan sanadoras. Porque sabe Ud. hoy me es muy difícil vivir con alegría, con esperanza, y eso es casi como estar muriendose, perdiendose, desvaneciendose.... (perdón por tanta intimidad indecente)

Anónimo dijo...

las palabras comunican, las palabras llenan, las palabras nos hacen soñar y llenar el mar de botellas que quién sabe quien encontrará... las palabras curan, ayudan y nos hacen amar, o mejor dicho, expresar el amor!