martes, 8 de abril de 2008

Colombia (La hermanita distante)


Colombia, la hermanita distante. Para mi, primero fue la tierra del Gabo y su Macondo. La tierra de Aureliano Buendía y Úrsula Iguarán y la de aquel tierno personaje... Mauricio Babilonia, el de las "mariposas amarillas". La Colombia de aquel puntero izquierdo que tanto nos hizo sufrir allá en los 70... Willington Ortíz se llamaba. Luego fue la patria de Camilo Torres, con fusil al hombro y gritando en la montaña... "Si Jesús viviera, sería guerrillero".
Pero seguía siendo la hermanita distante.
Hasta que un buen día y mientras preparaba los periódicos para salir a repartirlos por las calles de Atlanta, cuando un uruguayo que había prometido ayudarme a alquilar el piso dejaba de atender su móvil, Héctor, un colombiano que apenas conocía, se ofrecía como garantía para poder alquilar el piso. Gustavo, que trabajaba en la BP de la Suwanee Dam y la Peach Tree Road y siempre me regalaba un café recién hecho. Fueron muchas las madrugadas en las que nos contábamos las noticias de nuestros hijos que recibíamos vía telefónica. Héctor y Gustavo, colombianos los dos.
Hijos de la hermanita distante.
Tan imigrantes como yo. Tan ilegales como yo.
Después y ya en Dénia, Mauricio... poeta caleño y de risa generosa. Compañero de utopías. Por todo eso, hace un buen tiempo ya que Colombia dejó de ser la hermanita distante.

“Heavy Metal” es el blog de la periodista colombiana Constanza Vieira. Constanza trabaja para la agencia de noticias IPS. Dice Constanza a propósito del nombre de su blog... “Porque el plomo es un metal pesado y en este país cada cual tiene asignada su dosis personal.” Triste pero cierto. De su blog extraje un poema anónimo. Quizás no sea una joya literaria, pero cuando un pueblo habla...

Ojalá nos invadan (Anónimo colombiano)

Y ahora qué más da;
si nos hemos quedado solos,
que nos invadan sería lo mejor.

Sería una bendición para nuestra tierra
que rodeen nuestras fronteras
y que nos invadan nuestros
hermanos latinoamericanos.

Que nos invadan los ecuatorianos,
tal vez así volvamos a tener
de tierno maíz el corazón que perdimos.

¡Que nos invadan los cubanos!
Para que nuestros niños
se eduquen gratuitamente
y no mueran en las puertas
de los hospitales privados.

Que venga lo mejor de nuestra América.
Que venga un contingente
de garotas brasileras
que nos hagan el amor hasta
perder la leve fuerza que se necesita
para apretar un gatillo.

Sería lo mejor para Colombia
una invasión brasilera a gran escala;
De pronto así, algún día,
ganemos un mundial de fútbol.

Necesitamos urgentemente
una invasión venezolana,
para volver a decir
las cosas con claridad,
con franqueza, sin santaderismos,
Con elocuencia bolivariana.

Se requiere con urgencia
Una invasión boliviana,
Que nos quite esa vergüenza
de ser indios; esa vergüenza,
que nos condena eternamente
al peor de los subdesarrollos.

Reclamo con ansias la invasión
De tropas de piqueteros argentinos,
De madres y abuelas de plaza,
Que nos cuenten historias
En donde podamos reconocer
nuestras propias historias.

Que vengan tropas españolas y chilenas,
a contarnos como se pudre el corazón
de una patria fascista.

Vengan los uruguayos con sus mates amargos
a contarnos la milonga dulzona y triste
de sus desaparecidos.

Que vengan todos los hermanos
del mundo a esta tierra olvidada
a hacernos entender que nuestro
país no es el mejor país del mundo,
porque es una patria injusta.
Que Colombia es pasión...
y muerte.

Ojala nos invadan la batucada festiva
que acabe con nuestro luto,
que acabe con este silencio que aturde.

Estamos solos, a la derecha del mapa.
Sólo nos acompaña nuestro buen amigo

El que invadió el país de las mil y una noches.

4 comentarios:

Constanza Vieira dijo...

Hola, Gato.

Me conmoviste con tus historias sobre cómo dejó de ser Colombia "la hermanita distante". ¿Sabías que los uruguayos que pisaran suelo colombiano se convertían, por ese sólo hecho, en ciudadanos de Colombia? Con los colombianos pasaba lo mismo si llegábamos al Uruguay. Fue un pacto por allá, de los tiempos de nuestros Libertadores. Despuecito de esa época cuando "el mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo". ¿Alguno de los cafres que los sucedieron después, habrán borrado esos decretos?
Qué lindo que publicaste ese pedido para que nos invadan. ¡Que se corra la voz!

Un abrazo desde Bogotá,

Constanza Vieira
Heavy Metal Colombia

Lucía.uy dijo...

...ta que lo parió, al anónimo Colombiano!

MARIANA dijo...

que más?? amén.

el gato utópico dijo...

Constanza:
Qué honor para El Gato! Te agradezco la calidez de tu comentario. Si hay alguien que pueda hablar de Colombia, de las FARC, de los siempre frustrados Tratados de Paz, de las desdichas y las alegrías de los colombianos, esa sos vos. Recorriendo los frentes de guerra o simplemente caminando por las calles de Bogotá. Lo dicho, es un honor pero además una inmensa alegría que hayas venido hasta mi casa. Ya sabés, no necesitás golpear la puerta, solo golpeá las manas y entrá. Un abrazo.

lucía:
fuerte, no?

buscandolunas:
Amén (bis).