miércoles, 9 de marzo de 2011

Mi vida junto a Alberto Spencer...

INVITACIÓN OFICIAL A LA EXPOSICIÓN "ALBERTO SPENCER"
MÁXIMO GOLEADOR DE LA COPA LIBERTADORES DE AMÉRICA
8 AL 15 DE MARZO, TORRE III DEL WORLD TRADE CENTER (MONTEVIDEO)


Hay instantes y momentos de nuestra infancia que nos marcaron para toda la vida.
Recuerdo aquellas tardes de Tribuna Olímpica, siempre sentados para el lado donde atacaba Peñarol. Pochito y su padre, el viejo “Pote” Frugoni pasaban a buscarme por casa en aquel Saab azul  que era un lujo para la época. Luego hacíamos la recorrida levantando a varios primos más. Era tanto el amor de los Frugoni por Peñarol que solo así se entiende que dieran toda la vuelta a Montevideo con tal de llevarnos a ver al glorioso equipo carbonero. 
Las corridas de Joya pegadito a la raya de cal, llegar hasta el fondo mismo de la cancha y levantar el centro... entonces sucedía el ritual de todos los domingos... emergía entre los zagueros la imponente figura de Alberto Spencer.
El final era el mismo de siempre... la pelota picando mansita contra la red. Y el Centenario explotaba en un solo grito... Peñarol nomá’!!!
Si tengo que recordar un gol entre los muchos que tuve la suerte de ver de Spencer, me quedo con el de la final por la Intercontinental contra el Real Madrid. Esa tarde Spencer marcó los dos goles de la victoria. Pero el primero de ellos fue el más importante. El pase de Rocha en profundidad, la llegada de Joya... el centro rastrero y la pelota que le queda atrás a Spencer. El pique corto demoledor del ecuatoriano para quitarse al defensa y el toque preciso para ponerla contra el palo izquierdo. Luego ganamos la revancha en Chanmartín con goles de Rocha y Spencer (quién si no?)


Otro recuerdo imborrable de mi niñez unido a Spencer... mi hermana iba al Colegio Clara Jackson y en una de las kermesses que se hacían a fin de año veo que estaban justamente Joya y Spencer... no recuerdo ahora si mi buena amiga Jackie, hija de Spencer iba a ese colegio, sí lo hacían las hijas de Juan Joya. 
Recuerdo que me paré frente a Spencer y yo lo miraba y lo miraba y no atinaba a decir palabra alguna. 
Estaba frente a mi ídolo... fue entonces cuando el bueno de Alberto me acarició la cabeza y me dio un beso. Aquel negro imponente, implacable frente a los rivales, también era capaz de tanta ternura.


Otra anécdota... Spencer al dejar el fútbol fue nombrado Cónsul permanente de Ecuador en Uruguay. Su trabajo de acercamiento entre los dos pueblos no tuvo pausa. Caballero dentro y fuera de la cancha. 
Por aquel entonces se celebraba todos los años un campeonato de fútbol entre embajadas. 
Acá debo hacer un parate y confesarme. Todos tenemos algún muerto escondido en el ropero y yo vaya que lo tengo. El padre de mi novia por aquel entonces trabajaba en la embajada de EE.UU. en Montevieo y como yo era bastante bueno en cuestiones del fobal (modestia aparte, pero desde aquella época viene mi apodo de “Gato”) me invitó a jugar el campeonato. 
En aquellos años era capaz de jugar varios partidos en un mismo fin de semana. Y fue así que me puse la camiseta de la embajada de los EE.UU.!!! 
Bien, hecha ya mi confesión que nadie se haga el gracioso comentando algo sobre este asunto porque será borrado indefectiblemente de los comentarios. 
Aquel equipo era un desastre... 
Todos gringos que corrían como locos pero eran espantosos con el balón... solo mi suegro, ya veterano pero un fenómeno... jugaba de defensa. 
Y allá adelante yo solito con mi alma. 
Hacíamos lo que podíamos, lo cual era bastante poco. 
Cuando nos tocó enfrentarnos a la embajada de Ecuador... al llegar al vestuario donde nos vestíamos juntos los dos equipos, me encuentro con Spencer!!! 
Era tal la paliza que nos estaban dando los ecuatorianos que para poder tocar al menos una vez la pelota en todo el partido me fui a jugar delante de la línea de cuatro. Spencer jugaba casi parado y en vez de centro delantero lo hacía de media punta. Bueno, la cuestión es que recibe la pelota de espaldas a nuestra área y yo me tiré abajo con las dos piernas. Lo tiré a la mierda... fue todo en un segundo... le había pegado mal a mi ídolo de todos los tiempos. Por supuesto que lo ayudé a levantarse y le pedí perdón durante el resto del partido. Alberto me devolvió una sonrisa y algo así como “son cosas del fútbol...”.





Con el tiempo y por cosas de la vida, hoy puedo decir que con su hija Jackie, somos muy buenos amigos.
La muerte de Spencer pegó fuerte. 
Por temprana y por injusta.
Cuando me llegó la triste noticia solo atiné a escribir...

a Jacqueline Spencer 
(hija de uno de los duendes
 que habitan en la Torre Olímpica)

Y no pudo ser... su corazón ajado no pudo resistir más. El querido y admirado Alberto Spencer murió hoy por la tarde en una clínica de Cleveland, EE.UU. Había sido operado algunos días atrás y su estado era delicado... 
Algunos dicen que es verdad. Otros, que no puede ser. Pero confirmo, porque es así, que a veces, pero solo a veces... cuando uno pasa cerca del Estadio Centenario, puede escuchar voces... extrañas voces. 
Una noche en la que justamente acerté a pasar por el lugar, ocurrió. Entonces, y aprovechando que alguien había dejado entreabierta una puerta de la Tribuna Olímpica entré. Y mi asombro se transformó rápidamente en emoción. Y claro, que otra cosa si no? Juro porque yo estaba allí... 
Venía corriendo Juan Joya pegadito a la raya, dejó atrás a su marcador y cuando llegó al borde mismo de la cancha, allí donde se juntan la Olímpica con la Amsterdam... bueno, allí mismo... Joya levantó la cabeza y al ver que el Negro Spencer ya le sacaba un metro al back derecho... levantó el centro. Y ya nada pudo detenerlo. Spencer se levantó del suelo como sostenido quien sabe por que cosa y la puso contra el palo. 
Pobre golero... si hasta daba pena verlo.
De las tribunas bajaba el rugido manso de la multitud saludando al goleador. 
Para quien no lo crea, esto ocurre cada vez que sobre Montevideo, se asoma una luna increíblemente llena. 
Cualquiera puede comprobarlo. 
Solo tiene que cerrar los ojos y dejar que los duendes de la Tribuna Olímpica salgan a jugar.”

Ayer, Jackie pudo ver como los amantes del fútbol se congregaron en la muestra que ella organizó junto a un grupo de personas, para homenajear a su padre.
Alberto Pedro Spencer... el querido “Negro” Spencer.
Hombre bueno, padre ejemplar, goleador empedernido... ecuatoriano inmortal.
Allá donde estés... Salud!!!

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Imperdible... el mismo Alberto Spencer hablando de aquella final frente al Real Madrid junto al reporte de la televisión española...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

A pesar de ser de Madrid y del Real Madrid, me encanta que ganara Peñarol. Y me ecanta, como lo has contado.
Irene Paz.

RONALDMANYA dijo...

QUE GRAN JUGADOR Y PERSONA , SU HUELLA POR EL CLUB CDA VEZ SE HACE MAS IMBORRABLE , SI PEÑAROL ES CAMPERON DEL SIGLO XX Y ESO TUBIERA UN SIGNIFICADO MONETARIO , YO CREO , QUE SPENCER HOY SERIA EL HOMBRE MAS RICO DEL MUNDO.