viernes, 7 de marzo de 2008

Camilo Ernesto Tuya

Hoy Camilo cumple 15 años. Adriana... veo tu foto con Camilo en la panza y me llena de ternura. Te la saqué justo antes de irnos para el sanatorio. Recuerdo tanto aquel día... todos los preparativos y el nerviosismo porque tu vida y la mía cambiaría para siempre.
Desde aquel primer día que te vi entrar al BPS y le dije al “Chumbo”...
-la conocés?-
-Sí- me respondió.
-Se llama Adriana... pero es muy pendeja para vos-
-No importa Chumbo... esa es la madre de mis hijos.-
-Dejate de joder...-
-En serio Chumbito... es ella.- le dije totalmente convencido.
Desde ese diálogo en el mostrador de la caja 11 de la vieja UREFI, han pasado varios años. Luego de varios ires y venires, vinieron tiempos de panes y flores compartidos.
De noches interminables en “El Luzón” con gramajos y vinos de la casa. De Teatros de Verano y noches de ensayos murgueros con jazmines proletarios.
De Cabreras, Zitarrosas y Darnauchanes. De Chavela Vargas y Sabinas...
De Florianópolis y La Pedrera, de aquel viejo apartamento de soltero a nuestra casa en Solymar primero y Malvín después. De buenos trabajos y de tiempos de desocupación. De decisiones difíciles... de separarnos 6 meses. Mientras yo subía al vuelo 400 de Lan Chile con destino Atlanta, vos me hacías chau con la manito...
Luego... luego el reencuentro en el aeropuerto de Orlando, el abrazo... aquel beso... y éste presente en Dénia... peleándole juntos y una vez más a este porfiado destino.
Echando raíces y creciendo junto a nuestros hijos.


Camilo, hoy cumplís 15 años...
Viniste a nacer a las 11 y cuarto de aquella mañana del 7 de marzo de 1993.
La noche anterior, cuando Mamá empezó a tener contracciones, recogimos el bolso, le saqué la foto con vos en la panza y allá nos fuimos a Casa de Galicia... íbamos a ser padres!
Desde la sala de espera de la maternidad, se podía ver la tormenta de rayos y relámpagos que iluminaban Montevideo. De pronto, entre las nubes apareció una luna enorme, amarilla... no podía faltar a la cita. Los médicos tuvieron que hacer cesárea... parece que no querías salir. Así que me quedé sin entrar al parto. Fue tu primera travesura...
Cuando se abrió la puerta y la enfermera llamó al “padre del hijo de Adriana Rodríguez" mientras avanzaba hacia mi con la encubadora... nuestro primer encuentro...
Hacía unos días había muerto Germán Araújo, entonces la enfermera me preguntó como te llamarías.
-Camilo Ernesto- le contesté orgulloso.
Entonces fue cuando aquella enfermera me dijo algo que no olvidaré mientras viva...
-Vio, padre? Se murió Germán pero nació Camilo Ernesto...-

Ojalá mantengas siempre tu forma de ser. Sos una de las personas con el sentimiento de justicia más desarrollado que conocí. Siempre fuiste un niño feliz y hoy... estás entrando en una de las etapas más bonitas tu vida. Además... enamorado de tu "alemana" y de la vida.

La primera noche de tu vida, la luna permanecía allí en la ventana bañando de plata toda la habitación. Mientras Mamá dormía, te levanté en brazos, abrí la ventana y te ofrecí a ella... a la luna. Como agradecimiento a la vida por tanto amor.
Te quiero mucho.
Papá.

7 comentarios:

MARIANA dijo...

La pucha!! Gato,, siempre llevandome al límite de la emoción... Qué linda historia tenés, qué lindo como la decís, qué lindo tu corazón y el de los tuyos. Felíz cumple Camilo.

MARIANA dijo...

...y qué preciosa es Adriana!!!

amelie dijo...

Largando mocos estoy, amigo, por este relato suyo... Qué linda historia y, sobre todo, qué linda forma de contar... Ya le dije hace tiempo, amigo utópico, que me emocionaban sus relatos, su manera de ir hilvanando sentimientos a través de las palabras, pero este texto de hoy me ha puesto no al límite de la emoción, como dice Casandra (gracias, por cierto, por su visita, amiga, no tenía otra forma de contestar), sino más allá de esa frontera. Sellado el pasaporte de las lágrimas.
Un beso grande y felicitaciones a esa hermosa familia que usted tiene

Alfredo dijo...

Querido Gabriel, aprovecho los comentarios de Casandra, como introducción, pues te frecuento gracias a ella, estamos muy cerca, algún día nos veremos, de tu relato de hoy, que me ha emocionado en general, (bueno, hoy tengo el lagrimal flojo por lo del exconcejal vasco) me ha impresionado gratamente la definición que haces de tu hijo "de sentimiento de justicia mas desarrollado que conoceis" que hermoso poder decirlo y reafirmarlo, es obvio que en eso, tú tienes mucho que ver.
un abrazo

Fragmentos dijo...

Muy feliz cumpleaños de padres, feliz aniversario de padres para tí y tu señora. Felicidad para la flia.
Dafne.

el gato utópico dijo...

casandra:
Tenes razón, es bonita la Adri!
Un beso.

amelie:
Gracias por ir, venir y estar.
Gracias también por los piropos.
Un beso grande y avise cuando venga por estas playas...

alfredo:
Es una gran alegría recibir nueva gente por estos sitios. Si venís de parte de Casandra, no tenés más que golpear las manos que la puerta estará abierta. Por supuesto que algún día nos veremos. Te mando un abrazo.

dafne:
Mi querida poeta malvinense! Se le extrañaba, aunque se que vos también siempre estás. Un beso y se agradecen las felicitaciones.

Gabriel dijo...

Gabriel!
Una de las últimas veces que te leí, le escribías a tu viejo, esta vez, y con la misma intensidad lo haces a tu hijo, loco, qué te puedo decir que vos no lo digas con tu manera tan simplemente profunda (que no es lo msimo que profundamente simple) Nos seguís llegando, tocando, sorprendiendo. No pares, lo precisamos... gabriel