Museo Reina Sofía - Madrid
Llueve sobre Madrid
la gente corre apresurada
igual que cuando hay sol
dicen que esta noche nevará
me refugio en un portal de Gran Vía
enciendo un cigarro y observo ausente
así y todo la gente me sonríe
en la calle, en el metro, en el bar
la gente me sonríe
y cuando me siento solo
acudo a la tibieza de los abrazos
los abrazos que nos dimos
y entonces vuelvo a caminar la ciudad
y esta lluvia que no para
y los pajaritos que cantan mojaditos
y que se van nadando por el aire
madrid, carabanche, opañel...
nuevos nombres, las mismas calles
otras baldosas, el pío-pío de los semáforos
el taxi que pasa y nos moja
y yo lo puteo
pero estoy seguro que en aquella ventana
allá arriba... bien arriba
en aquella ventana encendida
esta noche una pareja hará el amor
y entonces no habrá lluvia
ni baldosas flojas
ni taxis que nos mojen
la ciudad se quedará quietita por un momento
y solo se escuchará el jadeo de los amantes
el crack-crack de una cama desvencijada
y entonces regresarán los pajaritos
con trocitos del budín que hacía mi vieja en el pico
y nosotros, los que en ese momento
aún estemos caminando
les regalaremos aplausitos
luego... luego otra vez volverá la lluvia
y yo me iré sonriendo nuevamente
por las calles de madrid.
la gente corre apresurada
igual que cuando hay sol
dicen que esta noche nevará
me refugio en un portal de Gran Vía
enciendo un cigarro y observo ausente
así y todo la gente me sonríe
en la calle, en el metro, en el bar
la gente me sonríe
y cuando me siento solo
acudo a la tibieza de los abrazos
los abrazos que nos dimos
y entonces vuelvo a caminar la ciudad
y esta lluvia que no para
y los pajaritos que cantan mojaditos
y que se van nadando por el aire
madrid, carabanche, opañel...
nuevos nombres, las mismas calles
otras baldosas, el pío-pío de los semáforos
el taxi que pasa y nos moja
y yo lo puteo
pero estoy seguro que en aquella ventana
allá arriba... bien arriba
en aquella ventana encendida
esta noche una pareja hará el amor
y entonces no habrá lluvia
ni baldosas flojas
ni taxis que nos mojen
la ciudad se quedará quietita por un momento
y solo se escuchará el jadeo de los amantes
el crack-crack de una cama desvencijada
y entonces regresarán los pajaritos
con trocitos del budín que hacía mi vieja en el pico
y nosotros, los que en ese momento
aún estemos caminando
les regalaremos aplausitos
luego... luego otra vez volverá la lluvia
y yo me iré sonriendo nuevamente
por las calles de madrid.
G.T. (Marzo del 2010)
2 comentarios:
¡EXCELENTE! Me emocionaste, guacho.
Estás escribiendo com un H. de P.
Muy bueno el óleo, la música elegida y este poema, que me llegó muy hondo.
¡Qué más puedo decir, casi sin tiempo!(por mi trabajo, lo digo).
Te pesqué con lo del cigarrillo.
¿Hasta cuándo? Te lo pregunta una mamá rezongona.
Hoy a ese gatito, que nunca lastimó a un pajarito, sólo puedo enviarte un abrazo enorme, llenito de calor, para que no te sea tan cruel TODO.
Deliciosos versos, Gato. Leyéndote estuve ahí, caminando por las calles de Madrid, mojada por la lluvia fría, enojada con el tachero y mirando esa ventana alta. Los diminutivos 'a la uruguaya' le dieron un encanto particular a todo.
Gracias por compartirlo.
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