jueves, 16 de abril de 2009

Montevideanas VIII

Dias atras Sali a caminar Malvin.
La tarde invitaba a dejarse llevar por sus calles.
Pensaba yo que no tenia itineriario fijo. Me equivoque. Una gran parte de mi historia esta en ese barrio. Parecia que el tiempo no hubiera pasado. El paisaje es el mismo. Los arboles son los mismos.
El jardin de la casa de al lado de lo de Beba, tiene aun aquellas enormes rosas rojas que nosotros cortabamos clandestinamente por las noches para obsequiarselas a las companeras que se afiliaban al Partido.
No... no era un robo, sino un acto revolucionario. Obviamente la duena de aquella casa no pensaba lo mismo.
Estuve largo rato sentado en el murito de la entrada del apartamento de Almeria y Yaco.
El sonido de las ramas meciendose, el perfume de las lavandas del cantero de la entrada...
Hasta me parecio escuchar las tumbadores del Pope Terevinto, la voz de Gabriela, la guitarra de Carlitos Vidal, las risas del Chiche Cabral, del Negro Yamandu Perez.
El olor de los guisos que preparaba el Flaco Leonardo...
Saque unas fotos a modo de despedida de aquel lugar donde tambien supimos ser felices.

De pronto salio un vecino del edificio y me pregunto si necesitaba algo, que no podia sacar fotos... el tono de su voz era amenazante, agresivo... pero note algo de miedo en sus gestos.
Me dijo no se que cosas de llamar a la policia...
Sin decir palabra alguna, me levante y me fui calle abajo.




Al llegar frente al edificio donde Alfredo Zitarrosa paso sus ultimos años de desexilio, hice lo mismo. Esta vez no salio nadie. Almeria 4731.
En ese apartamento conoci a Alfredo personalmente. Supe de su propia voz algunas historias que quedaran para siempre en mi memoria.
Años dificiles para Alfredo que desembocaron inexorablemente en su muerte.
Mientras para algunos Zitarrosa era el mito, yo descubri al hombre atormentado pero capaz de seguir enamorandose.
Pude comprobar tambien que era un gran jugador de truco. Como el mismo se definia... bondadoso para envidar. A mi me tocaba con 20 pero para mi siempre tenia 37 y de mano...
Locatario en el hoy desaparecido bar La Red o en lo del querido gallego Jose, el boliche de Almeria y Yaco. Pero lo que mas admire de sus ultimos tiempos, fue la humildad y respeto con que trataba a Numa Moraes, artifice de la publicacion de su libro de cuentos y del ultimo disco de Zitarrosa, llamado Sobre Pajaros y Almas.

Alfredo sabia ya que estaba jugando los descuentos y grabo el que para mi es uno de los mejores temas de su carrera.
Con el corazon en la mano y la guitarra del mismo Numa Moraes, Alfredo grabo un tema autobiografico llamado “Su alma”.
Me prodran decir lo que quieran, pero yo supe de boca del propio Alfredo que en esa grabacion puso sus ultimas energias y se desnudo ya para siempre.
Al poco tiempo Alfredo fue hospitalizado, entro en coma y a los pocos dias murio.

Recuerdo que durante su agonia, una mujer deposito en la ventana de Alfredo un ramo de rosas rojas. Y estuvo sentada frente a la casa de Alfredo hasta su muerte. No se si era Stephanie, quizas era aquella nina a la que Alfredo le canto su milonga... O a lo mejor, eran todas ellas en una misma mujer.
Y me fui nuevamente... calle abajo por Almeria.
Pero eso... mejor lo cuento otro dia.

Su alma

Su alma
Letra y voz: Alfredo Zitarrosa
Musica y guitarra: Hector Numa Moraes

La soledad son cuatro mundos: el de la mentira, el de la vergüenza, el del miedo y el de la soledad.
Quién pudiera amar después de roto!...
En el ciclo diario del despertar dormido al apetito de vivir, sentirse vivo y emborracharse así, vivo hasta dormirse nuevamente, lo que hacía era acariciar su poca alma, sus almas, tantas, hasta llenarse de ojos y aquel recuerdo. Era en la playa, cincuenta años atrás. Llovía. Hizo una casita de ramas y Alma dijo: tengo novio.
Por cierto su alma, bella mujer morena, se volvió loca cuando fue madre o, en todo caso, él era un borracho nada más. Pero aprendiendo el idioma ruso en cursiva, recordaba ayer, y lo intimaba a proseguir la caligrafía de su maestra de cuarto, que lo amó, lo mimó, le mostró a Fidias y le enseñó a remontar cometas.
¿Dónde vivían sus almas? ¿Dónde estaba su Alma...? Nunca lo supo ni hubo forma de averiguar. Pero estuvo envejeciendo y anduvo por caminos en los que nunca pudo confirmar aquel amor.
Está sentado ahí. Todos saben que es comunista, lo respetan, se sabe, es pobre y rico, generoso al convidar, al envidar y hasta para echar el resto. Confirmo, porque todos sospechan, que tiene miles y miles de compañeros almas y más.
De mujeres no se le sabe nada. Comentan de una pelirroja y cierta veterana patricia que lo visitaba en Playa Honda; pero como no habla todo es rumor. Qué edad tiene se preguntan los que lo ven cerrar la puerta, salir, saludar, irse a no se sabe dónde, y en síntesis se asume que es viejo.
–Tus ojos azules, Alma!– dijo una vez, sentado, en voz alta, solo, a las tres de la mañana– y después dijo en ese bar: yo que era un niño y no sabía dónde estaba tu alma verdadera ¿cómo puedo seguir amándote hoy?
Se dice que lloraba y seguía hablando acerca de los locos y sus pensamientos. Pero lo cierto es que lo encontramos, despierto, mirando al cielo azul, muerto boca arriba, claramente amanecido, a las seis de la mañana de esa noche, en la Rambla de Playa Ramírez.

(La puntuación y la ortografía son de Alfredo Zitarrosa)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gato:
Termino de leer tu caminata por Malvin y te juro que me hiciste oler la calle Almeria. Yo vivi mucho tiempo frente al Union Atletica. No sabia que Zitarrosa habia vivido en ese apartamento. Tampoco conocia ese recitado. Hace tiempo que te leo y me alegra que hayas podido volver a nuestro Montevideo. Te sigo leyendo. Segui contandonos tus montevideanas. No sabes como disfrutamos tus cronicas los que vivimos en el exterior. Te mando un abrazo desde Italia.

Carlos Melgarejo.

Fragmentos dijo...

Yo tampoco sabía que Alfredo había vivido por ahí. Sí sabía del bar, que ahora es La Cigale, donde merodea un perro viejísimo, dicen que el propio Alfredo lo conoció.
Yo vivía en el 4573 de la rambla, muy muy cerca, pasaba todos los días por el lugar que fotografiaste.
Lindos recuerdos, gracias.

Brujita dijo...

Usted siempre sorprendiéndome y emocionándome!!!

Cuántos recuerdos se removieron al ver la foto de la última vivienda del Flaco!!! Si habremos estado allí con Manuel!!! En ese apartamento el Flaco nos hizo escuchar las grabaciones caseras que había hecho de una serie de cuentos que había escrito durante su exilio mexicano. Quería grabar un disco con este material, y se preguntaba cuál sería la reacción de la gente, que fundamentalmente lo conocía y reconocía como cantor. Escuchaba y atendía con la humildad de los grandes, las opiniones de todos.

Y si, Alfredo era un hombre atormentado; creo que se debía a su enorme sensibilidad y amor a la gente, sobre todo a los humildes.

Sin duda fue un gran jugador de truco. Cuando su compañero era Juan Capagorri (Capita), se convertían en una pareja frente a la que no te podías descuidar, porque te ganaban sin remedio.

De alguna manera y por distintas razones, Alfredo nos marcó para siempre y cada día que pasa uno siente que nos hace más falta.

Siga reencontrándose con las esquinas montevideanas y disfrute cada una de ellas.

Beso y abrazo con lunas y soles multicolores

Silvia

pd: te dejé respuesta en la otra esquina