miércoles, 18 de noviembre de 2009

Joaquín Sabina... Vinagre y rosas


Hoy salió a la venta “Vinagre y rosas”, el nuevo disco de Joaquín Sabina.
Siempre que uno de los nuestros, como en este caso el primo Joaquín tenga cosas para decir, será motivo de alegría.
Es difícil mantener a lo largo de tantos años, la capacidad de asombrarnos y emocionarnos como lo hace Sabina.
La enorme tristeza por la muerte del poeta Ángel González, compañero de vida y de vaso de Sabina da paso a “Menos dos alas”, una de las canciones que más me gustaron y nobleza obliga... no puedo ser objetivo cuando se habla del entrañable poeta asturiano.

Joaquín Sabina junto a los poetas Luis García Montero y Ángel González

Decía el primo Joaquín ante la muerte del poeta:

“Ojalá los españoles se enteren, los que no se enteraron antes, de que este señor era un poeta en carne viva y uno de los seres humanos más dignos, decentes y ejemplares que han existido. He perdido a un maestro, a un padre, a un hermano, a un amigo, a una guía, a un ejemplo,… y, desde luego, a un poeta digno de que mañana se acaben todas sus existencias en las librerías.
¡Bendito sea Angel González!”

MENOS DOS ALAS (para Ángel González)



González era un ángel menos dos alas
González era un santo por lo civil
un dandy con un ojo a la funerala
tan rojo, tan oviedo y tan zascandil.

Hilaba en los garitos de mala nota.
Boleros de Machín con Juanín de Mieres
Apurando esos whiskys en los que flotan
La luna de las golfas y los crupieres.

Cuando volvía del extranjero
tan forastero,
a las dos no era de día,
a las seis ya era de noche,
pídame un coche,
fumando espero
y le aplaudían los camareros.

Otoños y otras luces, pan con verbenas
su príncipe de Gales, tan Cortefiel
Tratado de urbanismo, Juan de Mairena
chicana, magdalena, tinta y papel.

Verde por la vergüenza que no tenía,
hasta ayudó a Caronte a quemar sus naves,
decía que morirse no era tan grave
y agonizó en voz baja por cortesía.

Cuando volvía del extranjero
tan forastero,
a las dos no era de día,
a las seis ya era de noche,
viva el derroche muera el dinero
y le aplaudían los camareros...

Letra: Joaquín Sabina y Benjamín Prado
Música: Pancho Varona y Antonio García de Diego

VIRGEN DE LA AMARGURA



Rompiendo mi promesa
de no volver a verte ni en pintura,
me he sentado a tu mesa,
Virgen de la Amargura
a jugarme a los dados nuestra suerte,
a absolverte de todos mis pecados.

Bendigo la condena,
al sólo del bordón que me hace fuerte
y beso tus cadenas
y quiero prometerte
ser libres como dos versos tachados
del dictado de la revolución.

Me acuso de morirte sin tu boca,
confieso que desde que te has
marchado
solo bailo en las fiestas donde tocan
la música del vals de los ahorcados.

Virgen de la Amargura,
devuélveme la vida,
sin ti todo es usura
y noches perdidas
facturas,
calenturas,
heridas sin sutura,
caídas,
conjeturas,
sacudidas,
cerraduras
despedidas de locura y callejón.

La guerra ha terminado,
yo vengo a arrodillarme ante tu cama.
Te rezan mis soldados
y el palacio está en llamas,
tu general arría mis banderas,
las fieras entran en la catedral.

El rey murió en el campo de batalla,
la reina se ha pasado al enemigo,
yo no me cuelgo más que la medalla
de no saber contar menos contigo.

Virgen de la Amargura,
devuélveme la vida,
sin tí todo es usura
y noches perdidas
facturas,
calenturas,
heridas sin sutura,
caídas,
conjeturas,
sacudidas,
cerraduras,
despedidas de locura y callejón.

Te vas y no te vas
y cuando vienes
rezo para que los trenes
se equivoquen de estación.

Virgen de la Amargura…

Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona y Antonio García de Diego

2 comentarios:

Nathalia dijo...

Hiperbólicas las fotos---*lindo*
pasate

Manuela dijo...

otra gata llegó a su página por azares sabinianos.
muera el dinero y viva Juan de Mairena González!

no creo que le pierda de vista, forastero.