domingo, 23 de mayo de 2010

El Watto la está peleando...


Ayer me llegó la noticia.
Un amigo la está peleando en una clínica de Montevideo.
Infarto che… infarto.
El Watto la está peleando. Y va a salir de esta… Claro que va a salir.
Cuando me enteré me quedé largo rato sentado en la cama mirando por la ventana de mi habitación.
La vecina del 5to de enfrente estaba colgando ropa mientras cantaba una vieja canción de Juan Luis Guerra. Tal vez estaría pensando en su gente, en su lejana y querida República Dominicana, en sus hijos o que se yo.
Cuando terminó de colgar la ropa vio que la estaba observando.

-Ey uruguayo… qué sucede?-
-Nada… pensando en un amigo que está en Montevideo-
-Y está bien tu amigo?-
-Sí, claro que está bien-
-Dale la bendición de mi parte-
-Se la daré… claro que se la daré-

Viste Watto? te acaban de bendecir.
Ya se… yo tampoco creo mucho en esas cosas pero te aseguro que ayudan.

Después… a medida que pasaban las horas un sudor frío me recorría entero, de pies a cabeza y no lo podía parar.
Se me aparecían imágenes, vos parado en la mitad de la cancha, ordenando el juego desde atrás, pegándole al 10 contrario, levantando la cabeza y poniéndomela larga por la punta… el Watto… un 5 de aquellos, de los que ya no vienen. Y en la vida también. Siempre fuiste un 5 de aquellos…
Tuviste que pasar por lo peor que puede pasar un padre. Ver volar a tu chiquita… irse detrás de una bandada ya para siempre.
Ahora tu viejo… pero ya te lo dije Watto… es ley de vida. Lo de tu viejo es ley de vida.
Sucede que un 5 de aquellos no puede andar tratando de arreglarle la vida a todo el mundo.
Ahora te toca a vos Watto.
Yo te ayudo, vos sabés que yo te ayudo.
Voy a agarrar a la maldita, a la muy puta y me la voy a coger. Así sin más… y decirle a esa hija de puta que se vaya, que hay vida para rato, que no te toque, que no se te acerque… vos peleá Watto que yo me encargo de ella. Te aseguro que se puede…
Estoy enojado.
De la desazón cuando me enteré, del sudor frío por no saber que hacer… ahora, estoy enojado.
Con el Watto no, vení por mí hija de puta que a vos, ya se como cagarte.
Porque hay mucho por vivir Watto, porque la vida te necesita, porque te quiero mucho hermanito…
Vos peleá… yo me encargo del resto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay palabras. Quizá sólo dos: mucha fuerza.

María

Bea dijo...

Yo también le doy mi bendición y lo que nunca hay que perder es la fe.
Por eso si se acerca esa H...de...P..., yo también la voy a cagar a trompadas y la voy a enviar lo más lejos posible.
Fuerzas Gato, que a ti te sobran.