domingo, 30 de mayo de 2010

Loquillo y el Mincho Bar...

Loquillo en Plaza Independencia (Montevideo)


"A veces sueño con tus ojos
el lado oscuro de este mar.
Quiero que lleves este amor bien lejos
donde nadie, nadie lo pueda encontrar."
Mincho Bar - Gabriel Peluffo


Es cierto… Madrid está preciosa.
Llenita de sol, la temperatura perfecta… Disfruto muchísimo poder sentarme bajo sus árboles. Tal vez porque la vegetación en Dénia es mediterránea y ahora, al reencontrarme con tanto árbol me siento feliz. Por las noches, la brisa fresca que apenas te toca, más bien te acaricia. Anoche fuimos con una amiga hasta Aluche… Loquillo brindaba un concierto con entrada gratis…
La luna? Escandalosamente inmensa.

Y todo fue rock’an roll. Loquillo es rock. Yo lo observaba sobre el escenario… cantando dos horas sin parar… cuidando cada detalle… enfundado en su impecable traje negro, perfectamente peinado, fumándose un cigarrillo tras otro… y llegué a la conclusión de que si hubiera nacido allá en el Sur, Loquillo hubiera sido cantante de tangos. Y de los buenos.

Pocos saben de la relación de amor entre Loquillo y Montevideo. Cuando a comienzos del año pasado se estaba programando su gira para conmemorar sus primeros 30 años de música, Montevideo no entraba en la agenda. Es una plaza pequeña y los productores preferían hacer más conciertos en Buenos Aires o Santiago de Chile.
Loquillo no solo puso como condición cantar en Montevideo sino que además, quería estar cuatro días para disfrutarla. Así fue. Estuvo recorriendo la ciudad y abrazándose con su gente. Loquillo es querido en Montevideo y él lo sabe. (Vale la pena leer la crónica de esos días escrita por Igor Paskual, guitarrista de Loquillo y Los Trogloditas)
Cuando recién comenzaba a dar sus primeros pasos en España poca gente apostaba por él. La falta de medios económicos hizo que grabara unos masters caseros en un cassette y viajó con él debajo del brazo rumbo a Montevideo. Lo estaban esperando en un estudio de grabación, si no me equivoco fue Quique Abal de Sondor quien logró el milagro de hacer que aquellas grabaciones caseras se transformaran en el primer disco de Loquillo, incluyendo “Cadillac solitario”.
Mientras los técnicos hacían su tarea, Loquillo recorría Montevideo y sus bares, anticuarios y librerías.
Así fue que conoció el Mincho Bar… uno de los bares referentes de aquel Montevideo y que hoy, permanece tristemente cerrado.
El Mincho es para mí un mar de recuerdos y sonrisas.
Un lugar donde la grappa con limón tenía otro gusto, no sé… parecía otra grappa.



Buitres, el grupo más emblemático del rock uruguayo grabó hace ya muchos años “Cadillac solitario” una de las canciones más famosas de Loquillo y con la cual cierra todos sus conciertos.
A modo de agradecimiento, Loquillo grabó “Mincho Bar” e incluso se hizo un video-clip donde a la magia de la canción se le suman imágenes de Montevideo y el final, grabado en el mismo Mincho Bar, abierto solo para esa ocasión.
Me emociona tanto verlo, hasta la lágrima che.
Cuando Loquillo recorre 18 de Julio, el Salvo, la Universidad… todas imágenes que me conmueven… el video no será bueno cinematográficamente hablando… pero sabe transmitir esa meloncolía tan montevideana.

Anoche ocurrió una vez más… la vuelta del viejo rockero llenando la noche madrileña de rock&roll… yo mismo, asombrándome de verme cantar varias canciones que no pensaba que podía saber la letra… Cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de Cadillac… hasta la luna se puso a cantar:

"Y no estás tú, nena...
oh no nena... no estás tú
nunca, nunca, nunca estás tú.."





Crónica de viaje (Igor Paskual, guitarrista de Los Trogloditas)

“Uruguay el paraíso”

Ahí nos vamos todos al Buque Bus. Bueno, casi todos, José y el Loco saldrán un poco después en avión para hacer promo. Pero van a hacer entrevistas a dolor, en Uruguay ya la cosa se pone seria, es un rostro tan conocido como en España y cada vez que vamos a Montevideo todo el mundo quiere una entrevista con él.
Atravesar el Río de la Plata es toda una experiencia, notas como cada vez es menos río y lentamente comienza el viento y la sensación de la proximidad del mar.
Nos reencontramos con todos nuestros amigos uruguayos después de tomar nuestras habitaciones.
Disfrutamos de un par de días libres, pero sólo nosotros, el Loco está en todas partes, prensa, radios, teles, todo. Es su momento. Cada uno se dedica un poco a lo suyo, conocemos gente aquí y cada uno tiene sus grupos de gente con la que sale, aunque luego solemos coincidir. Bernie Supervielle, nuestro hombre de monitores está en casa, y obviamente va a dormir a casa de sus padres, no se queda en el hotel. Un hotel genial, por cierto, con un alma propia que te transporta, no hacia un lugar o una época sino hacia arriba. Por ejemplo, había en el hall un hombre mayor siempre tocando el piano, lo veíamos a todas horas, a veces se le escuchaba más, y otras veces era un piano de fondo, sin protagonismo. Estábamos un día esperando abajo, creo que estaba Jaime también, y de repente pasa una pareja y se ponen a bailar un tango, así de repente, bailan como cinco minutos y luego siguen el camino hacia su habitación, no sé, tendrían unos cincuenta años o así. Todos quedamos alucinando.
Con un par de días libres, el Loco a plena actividad verbal y un montón de amigos esperando, pues lo mejor es dejarse llevar, por la ciudad, por su zona antigua, el puerto, el espigón, por donde sea. Leer las maravillas que publican, escuchar atentamente el uso lírico que hacen del idioma, su educación tremenda, fijarse en la luz… Pasear por la Plaza Zabala y observar que la verja, la forma de los hierros son un montón de penes en círculo… porque fue una venganza del arquitecto de la plaza al que nunca otorgaban un proyecto y, por fin cuando tuvo su oportunidad, ajustó sus cuentas con el mundo que hasta entonces le había negado el pan.
En Montevideo, en el círculo rock, si dices Óscar Fuentes Wegner nadie sabe quién es pero si te refieres al Rocker la cosa cambia. El caso es que había gente haciendo una colecta de dinero para pagarle entre todos la entrada al concierto. Las entradas no son baratas, y menos para las clases no tan favorecidas. Más o menos y hasta cierto punto, es posible hacer un esfuerzo, pero el asunto se complica si, por ejemplo, te han echado del curro de repente como era el caso del rocker. Me impresionó que todo el mundo estuviera poniendo dinero para su entrada, era un fanático de la música, les había enseñado mucho sobre rock a los más jóvenes y encima Loquillo era una especial debilidad en su santuario particular. Sentí que todo cobraba sentido de repente. Solidaridad y pasión. Que el arte volvía a ser importante para alguien en concreto y para una comunidad, no se trataba de entrar en un concierto porque hay que ir, figurar o porque estoy sin pareja y qué voy a hacer. Qué bueno…
Entre una cosa y otra llegó el día que todos esperábamos. El Concierto. La sala muy buena, los camerinos también, la gente con ganas y nosotros más. ¿Qué más se puede pedir? Nada, pues el resto ya lo tenemos. ¡¡¡Queremos sentir ya!!! Hacemos una prueba de ajuste y repaso, vamos a tocar ‘Trangresiones’, el poema de Bennedetti, y también ‘Mincho Bar’, una canción de Los Buitres que trata sobre ese mítico bar, tan cultural él. Ahora ya cerrado pero que aún nadie ha cogido su lugar. Permanece con un cartel fuera que indica que ahí estuvo el legendario Mincho Bar. El Mincho a su vez fue una suerte de Robin Hood local.

Y no tengo palabras para el concierto, no las tengo, joder. Qué complicado es retransmitir una actuación. Nos salió muy bien y lo escuchamos de maravilla ahí dentro. A Supervielle vinieron a verlo sus padres pero no quiso presentarnos a su hermana. El catering fabuloso. Todos abrazados y locos de contentos. Nuestro grito de guerra antes de salir “¡¡¡Por Nosotros!!! ¡¡¡Por el Uruguay!!! ¡¡¡Por el Rooock!!!”. La gente en Argentina, cantaba, aquí era menos físico, quizá más espiritual el modo de percibir a la banda, muchas caras de emoción y muchas lágrimas también. Y la conciencia de saldar una deuda histórica. Por suerte fue un concierto largo, tocamos todo, y eso que a mí no me gusta que duren mucho los conciertos, ni los míos, ni los de los demás. Pero nadie quería que ese momento terminase, nadie. Ni nosotros ni ellos. Era como un polvo muy largo que sabes que será irrepetible y que no piensas finalizar porque en el momento en que pares la magia se va a esfumar y, así hasta que descubres que el sol entra por la ventana y es hora de decir adiós.
Tras el concierto no pasé ni por el hotel. Directos al Clash City Rockers donde lucía un enorme cartel de cuando teloneamos a los Who. El Loco se lo había prometido hace meses (en una visita promocional) y tuvo el detalle de acordarse y llevárselo. Pincharon muy bien, y detrás de la barra estaban expuestos vinilos de los Specials, Jam, Johnny Thunders… y “La Mafia del Baile”. La noche pareció que fueran tres, al menos la convertimos en varios días. Al día siguiente volvíamos a Buenos Aires. Despedí a todo el mundo en la puerta del hotel. Yo aún me quedaría veinte días más en Montevideo, pero eso ya es otra historia.”

*****
Cuando los Buitres cumplieron un viejo sueño, compartiendo escenario con Loquillo en Barcelona. El audio es malísimo pero el video sirve como testimonio de una noche que para los que asistieron a ese concierto de Buitres, fue inolvidable...

5 comentarios:

Diebelz dijo...

Más acostumbrado a leer que a escribir en este Blog, debo impedir que esta entrada se quede sin comentarios. ¡La verdad que jamás pensé ver anclada la voz de Loquillo en Montevideo! Me encantó la entrada. Por cierto Gato, dices que Loquillo es rock. Y es cierto. Pero también es poesía, cantando versos de Gil de Biedma, Vázquez-Montalbán, García Lorca...

En fin, un abrazo!

el gato utópico dijo...

diebelz: lo mismo le digo yo, más acostumbrado a leer que a escribir en su blog. Claro que también es poesía, claro que sí.
Bueno maestro... nos estamos leyendo, sí?

Yoli dijo...

Genial entrada sobre el Loco, me ha gustado mucho, y si, tienes razón Loquillo es puro Rock and Roll, y también poesia, porque sus discos versionando a poetas son auténticamente geniales..

Un saludo... Loquillo Forever

RANTIFUSO dijo...

Muy buena la nota, yo estuve en ese concierto de barcelona, emocionante. No la tenía la del mincho, muy bueno, grande loco.

jose dijo...

loquillo lo mas grande, agradesco a Nestor cantante Gran Bandida por haberme echo escuchar banda tan grande como son los Trglodotas.