jueves, 27 de enero de 2011

Botella con mensaje...


Solo es vivir - Marta Gómez (Colombia)


Hay gente que seguramente tendrá que comprarse un ataúd con rueditas, yo en cambio sé que tengo las manijas del cajón cubiertas.
Tengo amigos, tengo gente, tengo amigos.
Y por si fuera poco, están ellos.
Los que sin preguntar nada, sin querer saber más de la cuenta, con la sola certeza que da el bien querer... siempre están.

Mauricio, el poeta caleño de la risa generosa.
Tamara, desde Rosario y ese sabernos cómplices.
Cecilia, la entrerriana más dulce por dentro y por fuera.
Pavlos, siempre al firme y con el abrazo dispuesto.

Ojalá pudiera yo hacerles sentir todo el amor como ellos hacen conmigo.
Con pequeños gestos... abrazos, guiñadas o un simple un vamo’arriba.
Sin condiciones, porque como decía el bueno de Mario Benedetti... a los amigos, incluso cuando están equivocados, se les habla bajito al oído.

Esto que sigue y perdón por el autobombo... es una botella con mensaje.
De esas que se recogen a la orilla del mar y uno queda eternamente agradecido...

Gabo, estoy escuchando "la radio del gato" -tu propia frecuencia, tu propia onda, digamoslo así- y mientras saboreo un buen vino de la tierra, me da por meterme como siempre en tu blog y cada día me siento más orgulloso de tu amistad, porque te veo, guerrero soñador enfrentando la bruma, el frío, la nieve, la soledad, las ausencias más íntimas, sin declinar a pesar de los dolores, de las derrotas pasajeras, levantando siempre la voz a nombre de la belleza, del amor, de la lucha por la justicia social. El hecho de crear "tu propia onda" en el espacio cibernético, de lanzar al mundo tu propuesta estética musical, tu bagaje, implica personalidad, implica coraje y es decirle al mundo que la bolsa y la crisis y todas sus mierdas de oropeles, de cobrizas alucinaciones no podrán jamás opacar la lucha del hombre por alcanzar la libertad, aún por encima de la oprobiosa explotación del hombre por el hombre, cada día maximisada por esta deshumanización creciente que pretende apabullarnos más cada día, pero que jamás lo lograrán porque mientras existan espíritus luchadores como el tuyo, desde la poesía, la música, la fraternidad universal, siempre quedará un resquicio para la esperanza y sobre todo para la siembra de caminos nuevos para los que nos reemplazarán.


Bravo, verraco, no pares, no pares, necesitamos voces como la tuya, personalidades como el viejo "Tuya".


Salud, mi hermano. Con mi fraterno abrazo de siempre, recibí mi palabra latinoamericana -desde esta bella Valencia que me ha enamorado- con aires de bambuco y pasillo, de cumbia y joropo, de currulao y bolero, de gaita y paseo colombiano, que jamás borrará de mi alma ningún paisaje ni circunstancia, como soy consciente de tu permanencia en el espítritu de las murgas, en el candombe y las milongas y los tangos de tu Uruguay amado.


¡Vamo'arriba, compañero!


Mauro (*)
Mauricio Vidales y Marosa Di Giorgio en Colombia

Mauricio Vidales, nació en Cali, Colombia allá en agosto del '62.
Es poeta, escritor, periodista, gestor cultural y militante por la vida.
Cursó estudios de Humanidades en la Universidad del Valle y Gestión de Proyectos Culturales en el Instituto Departamental de Bellas Artes de la misma ciudad. Ha participado en talleres literarios de la Universidad Libre y Calicanto. Productor de múltiples eventos artísticos y culturales.
Reside en España donde ha publicado "Festejo de ausencias", "Huella de Silencios" y "Panfletos Urgentes y Otros Poemas" de reciente edición.
Colabora habitualmente en diarios y revistas de España y Colombia.
Actualmente participa del MOVICE (Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado de Colombia).

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